“Manejo
reproductivo de bovinos de leche”

Año 2013.
Trabajo: Cátedra de Clínica de animales de interés zootécnico.
Profesor: Dr. Jorge Merlassino.
Autor: Alfredo Brito.
RESUMEN:
El
presente trabajo pretende abordar distintos temas, los cuales se encuentran
detallados a continuación y que se encuentran íntimamente ligados a los
objetivos que se plantean los productores a la hora de encarar una producción
lechera.
· Ciclo de lactancia.
· Factores incidentes en la
producción. (alimentación, estado sanitario del rodeo, etc.).
· Técnicas y manejos
reproductivos aplicables al rodeo, para maximizar su rendimiento productivo.
Introducción:
Cualquier
persona que se dedique a la producción lechera, va a tener 2 objetivos en su
ejercicio en cuanto a lo productivo.
El
primero es lograr un ternero por vaca al año.
El
segundo y no menos importante, obtener alta producción de leche por lactancias.
Para
lograr estos objetivos los productores cuentan con distintas herramientas; el
avance de la ciencia y la tecnología ha permitido que se cuente con información detallada y
profunda sobre el rubro en el que están trabajando y con tecnologías que
facilitan y hacen mucho más eficiente los ciclos de producción, y el tambo no
ha escapado a estos avances.

· Ciclo de lactancia:

La figura 1 muestra el ciclo de lactancia, Se tomará como
punto de partida y punto final del ciclo, el estado de vaca preñada, a punto de
parir.
En el momento que tiene
lugar la parición del ternero, la vaca está en estado de vaca seca, es decir no
se está ordeñando. Inmediatamente de producida la parición, el ternero debe
mamar el calostro o primera leche y ser destetado inmediatamente, entrando la
madre a estado de vaca en ordeñe. Comienza a ordeñarse dos veces por día, todos
los días, durante 300 días.
Entre los 60 a 90 días
posteriores a la parición, la vaca está en condiciones de quedar preñada
nuevamente y recibe el servicio vía inseminación artificial o a través de un
toro.
La vaca más o menos a los
60 días de la parición, tiene su pico máximo de producción (figura 2). Cuanto
más alto sea el pico, más lentamente caerá la producción diaria de leche
durante el resto de la lactancia, y por ende, la producción total de la
lactancia será mayor.

La vaca, no solo debe
producir leche, sino restablecer su estado reproductivo para recibir el
servicio.
Una vaca en mal estado no
presenta celos y por lo tanto no queda preñada. Por otro lado, su peso en este
período inicial está disminuyendo, ya que para lograr ese pico máximo de producción
está movilizando reservas energéticas de su cuerpo (grasa).
Sumado a los dos puntos
anteriores la capacidad de ingestión voluntaria de la vaca está reducida también
por el espacio ganado por el útero sobre el rumen durante la preñez y que
recién se está restableciendo.

Luego del pico de
producción, la vaca comienza a disminuir gradualmente la misma. Además,
comienza a mejorar su estado físico, aumentar peso, y, si quedó preñada a
gestar su ternero.
Aproximadamente 60 días
anteriores al parto, cuando la vaca lleva 300 días de ordeñe, se la deja de
ordeñar o "seca". De esta forma se libera a la vaca de la exigencia
de producir leche y el alto nivel de alimentación que esta conlleva. Por otro
lado, el feto para esta altura de la gestación se encuentra en la máxima tasa
de crecimiento, requiriendo que no se desvíe energía a otro producto que no sea
el “futuro" ternero. Por último; este período de descanso productivo, la
prepara nuevamente para su próxima lactancia.
Uno de los objetivos
planteados es que, la vaca debe producir un
ternero por año. Si ello
ocurre, la vaca estará en estado de ordeño durante 300 días (10 meses). Es
decir un 83% del año (10/12). Eso quiere decir que la situación ideal de un
rodeo es que de todas sus vacas, un 83% estén en producción y un 17% secas.
Supongamos un rodeo de
100 vacas totales (VT), 83 deben estar en ordeñe (VO) y 17 secas (VS).
Pero también debemos
considerar que las vacas presentan una determinada vida útil, que ronda en las
4 lactancias, es decir, 4 años produciendo leche. Para mantener el nivel de
producción del tambo, ese 25% de vacas que sale del rodeo luego de su
última lactancia debe ser
reemplazado por nuevas vacas. A ésta categoría de vacas se las denomina
Vaquillonas de Reposición (VqR), y generalmente se originan en la producción de
terneras del mismo tambo.
· Factores incidentes en la
producción:

Alimentación:
De los nutrientes del alimento lo primordial es el agua, las vacas
lecheras necesitan agua de mejor calidad que otras categorías, dado que toleran
menos la salinidad (hasta un 4%).
El agua puede no tener ningún mineral, pero tiene que tener sodio,
dado que este es el catión que comúnmente le falta a los forrajes ofrecidos en
la dieta.
Las vacas en lactación, en nuestro país, comen dietas en una
proporción de 60% de forraje y 40% de concentrado en los tambos pastoril; a
diferencia de los tambos estabulados en donde los animales perciben una
relación forraje concentrado inversa a la anterior.
Al aumentar los concentrados en las dietas, si superamos ciertos
niveles podemos llegar a llevar al rumen
a un pH de 5 con lo cual obtendremos un aumento en la producción de leche pero
a su vez esto nos dará una disminución en el porcentaje de grasa butirosa.
Esta problemática no se encuentra en dietas de tipo pastoriles.
Básicamente hay dos formas de alimentar los animales:
Una, es a través de una ración total mezclada, se mezcla en mixer y en
cada bocado el animal recibe la dieta programada.
La otra, es dar concentrados en el tambo al momento del ordeñe a las
vacas que estuvieron pastando.
Manteniendo la producción fija, a medida que aumenta la calidad del
forraje va a disminuir el consumo del mismo.
Esto se da a la inversa también si el forraje es malo, aumenta el
consumo para compensar la falta de energía pero siempre será inferior el
desempeño del animal en este último caso. Por lo tanto la calidad del forraje
base siempre debe ser del mejor posible para poder hacer que sus animales
puedan expresar todo su potencial productivo.
Las vacas deben preñarse alrededor del 3er mes por lo que va a tener
un requerimiento de mantenimiento fetal importante en el último tercio
(coincidente con el periodo seco).
El pico de producción de leche como se mencionó en otro momento es a
las 4-8 semanas postparto. Pero el pico de consumo se da entre 4 y 6 semanas
después de dado el pico de producción (8-12 semanas postparto); la demanda de
energía esta traccionando el consumo, que responde más tarde. Por lo tanto, en
la lactancia temprana hasta que pueda equilibrar las demandas con el consumo,
la vaca tiene fisiológicamente un balance energético negativo (BEn).
Si se quiere producir un ternero por vaca al año como se planteó en un
primer momento como objetivo, se debe preñar en el 3er mes de lactancia como se
mencionó anteriormente, pero se debe tener cuidado de que la vaca todavía no
esté en el nadir (BEn), porque de ser así la vaca no va a ovular.
En el 2do tercio de lactación el balance energético se vuelve
ligeramente positivo pasando a ser en el último tercio de lactación totalmente
positivo.
Lo expuesto anteriormente nos marca que el desafío para lograr preñar
al animal y evitar problemas de salud en el mismo es lograr minimizar el nadir
para así también disminuir la movilización de reservas corporales que realiza
el animal en este periodo, las cuales pueden llevarlo muy fácilmente a un
cuadro de cetosis.
Hay que prestar atención en la lactación temprana; dado que la pérdida
de peso del animal en esta etapa se verá disfrazada por el aumento del tamaño y
contenido del rumen como consecuencia del aumento del consumo.
Es muy útil la evaluación de la condición corporal en los animales. Al
parto lo óptimo sería que la CC sea de
3,5. Durante el pico de lactancia no debe disminuir por debajo de 2,5. Luego la
vaca va recuperando su CC.
Lo ideal sería que la pérdida siempre rondase entre 0.75 y 1, ésta
pérdida es inevitable pero se debe hacer hincapié en la alimentación, para que
esta no exceda el punto mediante una buena dieta.

Durante la lactancia temprana el perfil hormonal hace que la vaca
produzca leche, aun cuando el animal está perdiendo peso. Luego el perfil va
cambiando y durante el 2do y último tercio de lactancia la recuperación de las
reservas pasa a ser creciente y la producción del animal decreciente.
La condición corporal al parto es tremendamente importante. Que la
curva sea ideal, depende del manejo que se le haga al animal durante el
preparto (3 semanas antes del parto).
Si una vaca no está bien alimentada en el primer tercio disminuirá la
producción. Si luego aumenta la alimentación la producción de ese animal nunca
podrá llegar al nivel que hubiese alcanzado de estar bien alimentada en el
primer tercio.
Durante el secado la vaca baja sus requerimientos. Idealmente como se
mencionó anteriormente el secado debe durar 2 meses; dentro de él hay un
periodo de suma importancia nutricional que es el preparto (últimos 21 días de
gestación). éste debe durar al menos 15 días.
En el periodo de secado los requerimientos bajan a tal punto, que
pueden ser cubiertos con una pastura de mediana calidad siempre y cuando el
animal haya logrado recuperar satisfactoriamente su CC.
La mayor parte de los problemas de la lactancia temprana tienen su
origen en el preparto. Durante este periodo la dieta suele ser sólo forraje por
lo que el rumen deberá adaptarse para comer la alta cantidad de concentrados
que se le dará al animal en el post parto (adaptación tanto en calidad como en
cantidad). Para esto debe producirse la adaptación de la población microbiana y
de las papilas ruminales (lleva cerca de 15 días). Para entonces poder pasar de
una dieta de 100% forraje, a una 60% forraje, 40% concentrado como las que se
suelen dar en nuestro país.
El periparto (21 días antes y 21 días después del parto) es otro
momento crítico desde el punto de vista metabólico por el gran stress hormonal
que sufre el animal aquí. Los estrógenos en el parto son unas 100 veces mayores que en el estro; a su vez se
elevan los niveles de cortisol y esto hace que se presenten 2 problemas:
· Inmunodepresión
del parto la cual hasta cierto punto es casi inevitable.
· La disminución
del consumo durante los ultimos7-10 días preparto. Lo cual puede hacer, si no
es tenido en cuenta y manejado con la alimentación que la vaca entre en
cetosis.
Otro punto a tener en
cuenta en el periparto es tratar de minimizar los efectos de la hipocalcemia de
este.
Normalmente la calcemia
en el animal es de 10-12 mg Ca/ dl. Cuando empieza a producirse el calostro,
aumenta abruptamente la demanda de calcio, y este baja hasta 8mg Ca/dl. (Utilización
de sales anionicas en dietas para vacas secas. C. de blas et al y col,.(Nº1))
El animal tratará de mantener el nivel a toda costa en el parámetro normal,
dado que la mayor cantidad del calcio, este lo utiliza para la contracción
muscular. Pero en caso de que el nivel baje igualmente de los 8mg Ca/dl lo que
podremos observar será una hipocalcemia
patológica. Ya que el calcio que
el animal tiene no le es suficiente para la contracción muscular y éste termina
echándose, no pudiendo levantarse nuevamente (vaca caída, hipocalcemia
puerperal). Sin llevar a la muerte, lleva a gran cantidad de problemas siendo
uno de los factores predisponentes para enfermedades metabólicas e infecciosas
del postparto.
Vale aclarar que la
hipocalcemia puerperal no es producida por la deficiencia de calcio, sino que
se da por una profundización de los eventos del periparto que llevan a niveles
de la calcemia por debajo de los niveles fisiológicamente
aceptados.(Utilización de sales anionicas en dietas para vacas secas. C. de
blas et al y col,. (Nº1))
Los factores de riesgo
que predisponen al animal, a esta patología tan comúnmente vista en los tambos
de nuestro país son:
· De tipo no
nutricional: * edad
*
Alta producción
· Nutricional: se
los trabaja durante la dieta preparto (min 15 dias, max 28 dias).
-
Altos niveles de Ca en la dieta preparto
adormecen los mecanismos que llevan a la absorción activa del Ca (el eje
PTH-VIT D esta lento).
-
Balance cationico-anionico positivo. Una dieta a
favor de los cationes incrementa mucho los riesgos. El potasio es el principal
catión en las dietas. Se cree que en este leve estado de alcalosis metabólica,
se producen pequeñas modificaciones en las estructuras de las proteínas y que
así de esta forma los receptores de la PTH no funcionan adecuadamente.
Para evitar estas
complicaciones se recomienda, que las dietas de preparto sean bajas en calcio,
como por ejemplo podemos citar los rollos de gramíneas viejos con bajo K+ o silos de maíz con poco Ca+ no poner a los
animales a pastorear forrajes verdes en ese periodo, entre otros.
Estado sanitario del rodeo:

Este es un factor, el
cual muchas veces termina siendo determinante para poder cumplir con los
objetivos planteados, de un ternero vaca al año y de obtener altas producciones
por lactancias.
Un manejo sanitario correcto, debería ser capaz de identificar
riesgos en cada categoría, cuantificarlo y poder prevenirlo.
Rodeo sano es el que
expresa su completo potencial de producción en el medio ambiente donde se
desarrolla y produce. El concepto de salud animal debe relacionarse con rodeo
sano y no simplemente con ausencia de enfermedades o síntomas clínicos de
enfermedades (infectocontagiosas, nutricionales y/o parasitarias). Cada rodeo
requiere una atención individual, permanente y su manejo sanitario debe ser
exclusivo y propio para cada establecimiento y particular para cada categoría
de animales que integra ese rodeo (cría, recría, vaca adulta seca y en
producción).
Las pérdidas ocasionadas por
un deficiente estado sanitario del rodeo lechero deben considerarse desde
diversos puntos:
– Pérdidas por disminución
de la producción.
– Pérdidas por rechazos o
refugos (causas sanitarias).
– Pérdidas por gastos de
tratamientos.
– Pérdidas por muerte de
animales.
Un buen plan sanitario
debería tener en cuenta:
* Programación estratégica de vacunaciones.
* Terneros, recría y vaquillonas (prevención,
higiene, anti estrés).
* Manejo nutricional y su
monitoreo.
* Programación
estratégica de desparasitaciones, minerales y suplementos.
* Sanidad de afecciones
pódales
* Mastitis, salud de ubre
y calidad de leche.
* Reproducción
(enfermedades abortigénicas o pérdidas embrionarias).
* Acciones de emergencia
(vacunaciones, pariciones, tratamientos).
El
plan sanitario debe ser específico para cada categoría. Las categorías en un
tambo se dividen de la siguiente manera:
Terneras (hasta 60 días)
Recría I (60 días - 1 año)
Recría II (1 año a 1er. Servicio)
Recría III (Servicio-Parto)
Vaquillonas reposición
Vaquillonas servicio (65 % rodeo adulto)
Vacas Adultas en producción (75 %)
Vacas adultas secas (25 %)
Toros
Enfermedades según categoría:
De los terneros:
*Diarrea neonatal
*Salmonelosis.
*Coccidiosis
*Complejo respiratorio.
*Ectoparásitos
De la recría:
*Parasitosis
*Queratoconjuntivitis
*Mancha
*Clostridiosis
*Intoxicaciones
*Actinomicosis
Plan
sanitario cría/recría:

Fuente: www.produccion-animal.com.ar (Plan
sanitario en el tambo para mas producción y mejor negocio). (Nº1).
Enfermedades de las vacas:
1) Metabólico
nutricionales.
El manejo sanitario durante la etapa de
transición incluye: confort, alimentación, vacunaciones requeridas, manejo
reproductivo, condición corporal y conocer la situación inmunitaria del lote.
Vacas en transición - vaca seca/productora:
*
Calcio- Fósforo-Magnesio.
*
Hipocalcemia puerperal.
*
Síndrome de vaca caída.
*
Acidosis ruminal subclínica.
*
Metritis – ovarios quísticos.
* Retención Placenta.
2) infectocontagiosas/parasitarias.
Vacas en producción:
*
Fiebre Aftosa- Leucosis Enzootica
*
Brucelosis-Leptospirosis
*
Tuberculosis- Paratuberculosis
*
Pietín (Enfermedad Podal)
*
Carbunclo bacteridiano
*
IBR – DVB- Neosporidiosis
*
Sarna-mosca
* mastitis y calidad de leche
Plan sanitario vaca adulta:

Fuente: www.produccion-animal.com.ar (Plan sanitario en el tambo para mas producción
y mejor negocio). (Nº1).
Parasitosis:
Siempre considerar endo y
ectoparásitos. Las enfermedades parasitarias se expresan en forma clínica (Neosporidiosis
es una parasitosis que ocasiona abortos en vacas). O subclínica, siendo esta
última la más frecuente en los tambos; provocan pérdidas al impedir la
manifestación plena del potencial productivo o disminuir la ganancia diaria en
categorías como cría y recría.
Durante un planteo de
estrategia antiparasitaria deberán evaluarse: droga antiparasitaria (principio
activo, vía de administración, resistencia, etc.), carga puntual de parásitos y
estadio evolutivo (huevos, larvas, adultos, etc.), pastura (limpia o sucia de
parásitos), condición climática y época del año, sobrevida de los parásitos y
momento clave para cada tratamiento.
Las dosificaciones
frecuentes aumentan la posibilidad de que aparezcan cepas de parásitos
resistentes a las drogas utilizadas. Es aconsejable ir rotando el uso de los
productos.
Manejo
antiparasitario en el tambo:
Los parásitos
gastrointestinales de los rumiantes provocan como se menciono anteriormente,
pérdidas por mortalidad, enfermedad clínica y subclínica e incremento en los
costos de producción. En el rodeo lechero las categorías jóvenes (cría y
recría) son de atención. Desde la salida de la crianza artificial (guachera)
hasta la edad a primer servicio (Recría I-II) y desde el primer servicio al
parto (Recría III). Estas categorías requieren un manejo racional estratégico
de los parásitos.
Los riesgos de que el
productor pierda productividad por parásitos dependen:
1) del número de parásitos
presentes en los potreros;
2) del tipo de género
actuante;
3) de la edad de los
animales expuestos;
4) del estado nutricional
de las pasturas del potrero.
Esto significa que la
pérdida de peso dependerá de las circunstancias en que se vean afectados los
animales por los parásitos.
El mercado argentino es
rico en drogas antiparasitarias, disponiendo el país de los más avanzados
grupos químicos en la materia. La gran importancia que tienen los parásitos
gastrointestinales en la Argentina, puede inferirse del mercado relacionado a
drogas para tratar los parásitos. Sin embargo, los problemas con las parasitosis
se suceden año a año siendo aparentemente un problema difícil de solucionar.
Los productores pierden
productividad y dinero por parasitosis subclínicas, más que por problemas
clínicos. Estas parasitosis son las que producen pérdidas de peso a partir de
la recría que existen, pero que no se observa clínicamente. Se produce un lucro
cesante. Se deja de ganar por efecto de los parásitos.
En términos generales los
animales más expuestos a sufrir este problema, son en el tambo a partir de los
2 meses hasta los 15-18 meses de edad. Los dos momentos claves para que la
producción merme debido a parásitos son el período otoño invernal y el período
de verano-otoño.
La administración de una
dosis antiparasitaria al destete, o bien al destete y en primavera ha permitido
evitar los casos de parasitosis clínicas. Con la administración de destete
(marzo-abril) el productor evita la aparición de parasitosis mixtas en el
período otoño-invernal que coincide con un momento favorable para el desarrollo
de las larvas en las pasturas así como una disminución de la calidad y cantidad
de forraje disponible en los potreros.
Con la desparasitación de
primavera se evitan los efectos de la ostertagiosis tipo II (u ostertagiosis
inhibida), dado que administrando antihelmínticos adecuados se eliminarán
del cuajar gran cantidad de estados parasitarios inmaduros que ejercerán
sus efectos al finalizar el verano o principios del otoño.
Este manejo antiparasitario
ha sido y es actualmente extensamente empleado por productores y veterinarios
tanto en el país como en otras regiones ganaderas del mundo.
Reinfección:
Cuando el objetivo del
manejo antiparasitario está destinado a evitar la parasitosis subclínica,
responsable de las pérdidas económicas y productivas más importantes que sufren
los productores debidas a parásitos, el tema se complica. La dificultad surge porque
desde un punto de vista de la dinámica poblacional de los parásitos, mientras
un 54% se encuentra afectando a los animales, el 95% restante está en las
pasturas listo para ingresar a los mismos.
Por lo tanto, debe
entenderse que la enfermedad parasitaria en producción no es sólo un problema
de los animales, sino de los potreros en los que están esos animales.
Independientemente de que la eficacia de cualquier antiparasitario que se
emplee sea 100%, al mes de recibir el antiparasitario, los animales volverán a sufrir
el efecto de los parásitos debido a la reinfección de larvas del potrero. No sólo
están enfermos los animales de parásitos, sino que están enfermos los potreros
en donde pastorean los animales. Se gasta dinero en desparasitar con eficientes
drogas antiparasitarias. Sin embargo, luego de unos días de desparasitar, los
animales vuelven a reinfestarse nuevamente con las larvas de las pasturas.
Por lo tanto, el manejo
antiparasitario eficiente debe estar dirigido no sólo a eliminar la carga de
parásitos puntualmente cuando se administra el tratamiento, sino también a
prevenir la reinfestación mediante un correcto manejo.
Luego de la
desparasitación, los animales deben trasladarse a “pasturas seguras” o “limpias
de parásitos”. Son ejemplos al respecto:
1. Rastrojos: son un
recurso forrajero limpio de parásitos.
2. Pasturas anuales: por
las labores agrícolas previas a su implantación pueden considerarse limpias de
parásitos.
3. Pasturas no
contaminadas: todo potrero natural o pastura implantada que se ha evitado de
contaminar administrando siempre antes de que entren los animales a pastoreo
una dosificación correcta de antiparasitario.
Dado que el peor enemigo de
las larvas infectivas es la desecación, debe tenerse en cuenta que tanto los
fardos, rollos o silo son alternativas forrajeras prácticamente limpias de
parásitos.
Sobrevida:
Es común que productores y
veterinarios consulten cuánto viven las larvas en las pasturas y cuánto tiempo
debiéramos descansar sin pastorear un potrero hasta que esté libre de
parásitos. En ese sentido debe tenerse en cuenta que la sobrevida de las larvas
infectivas en las pasturas depende de las condiciones climáticas. Las larvas
sobreviven muy bien las condiciones de humedad y temperatura a que se ven
expuestas durante el período otoño-invernal. Sin embargo, la contaminación de los
proteros durante el período primavera-verano tiende a disminuir sensiblemente.
Es precisamente debido a las condiciones climáticas de este último período que
las larvas de ostertagia han desarrollado un mecanismo que les permita
sobrevivir los períodos climáticos adversos. A partir del comienzo de la
primavera en toda la pampa húmeda se ha demostrado que las larvas de ostertagia
ingeridas, comienzan un proceso de hipobiosis en la mucosa del cuajar,
deteniendo su desarrollo hasta fines del verano o principio de otoño. Como
resultado los bovinos sufren la llamada ostertagiosis de verano, o tipo II que
se caracteriza por una marcada disminución de la ganancia de peso en un período
favorable para el engorde. A los efectos de evitar este problema, se debiera dosificar
durante noviembre-diciembre los animales, de modo de eliminar la población
hipobiótica del cuajar y facilitar la ganancia de peso de los animales.
Si bien en términos generales
los principios activos antiparasitarios que se emplean en el país son realmente
eficaces, deben emplearse de acuerdo a las circunstancias, con debido consejo
del veterinario. Algunas drogas tienen excelente eficacia contra la ostertagiosis
inhibida, mientras que otras o bien no tienen buena eficacia, o deben
administrarse a mayor dosis en el verano. Por otra parte, existen drogas con
poder ovicida que permiten que luego de 6-8 horas posteriores al tratamiento,
los animales puedan ser trasladados a los potreros
“limpios” sin temor a
contaminarlos. En caso de emplearse drogas sin poder ovicida, debiera
mantenerse a los animales tratados, durante por lo menos 36 horas en un potrero
alternativo de descarga de huevos a los efectos de evitar contaminar la pastura
“limpia”.
Debe entenderse al
establecimiento como un sistema cerrado, desparasitando en forma rutinaria y
todos los animales que ingresen al mismo a los efectos de evitar introducir
cepas parásitas.
Mosca de los cuernos: Haematobia irritans, mosca
hematófaga que parasita al bovino, provocando intranquilidad y disminución de la
producción. Se ubica en lomo, cruz y
paletas ubicándose con la cabeza hacia abajo con las alas ligeramente abiertas
en forma de “V”. Para su reproducción utiliza estiércol bovino donde deposita
sus huevos; su ciclo de vida dura entre 10 a 14 días (desde primavera a otoño)
y un mes en invierno.
Pérdidas
económicas que produce: 10-20% menos en producción de leche.
Es
recomendable:
– Iniciar el tratamiento
cuando se superan las 200 moscas por animal.
– Alternar los tratamientos
con distintos productos químicos.
Pododermatitis
infecciosa “pietin”:
Las afecciones podales del
bovino están presentes en todo tipo de explotación, sea pastoril,
semiestabulada o estabulada y se observa que a medida que evoluciona la
tecnología para aumentar las producciones se ve una mayor incidencia de estas
patologías. Hoy puede decirse que están consideradas, después de los problemas
reproductivos y de mastitis, como una de las más importantes causas que afectan
la productividad de las vacas lecheras.
La
etiología es variada: además de las causas
infecciosas, hay diversas causas
de manejo, topografía,
ambientales y predisponentes. Causas nutricionales: aumento de
proteínas. Carenciales: deficientes
niveles de aminoácidos esenciales, deficiencia de Zn, Se, etc. Genéticas: jersey, posparto. Físicas: malos aplomos. Traumáticas: pisos duros, golpes,
etc. Climáticas: exceso de
humedad.
Tratamientos:
– Alimentación equilibrada
(fibra).
– Evitar estrés.
– Limpieza de patios,
higiene.
– Caminos de acceso anchos.
– Uso adecuado de pediluvios.
– Curaciones locales.
– Medicamentos
correctamente indicados. (Antibióticos locales o parenteral).
– Potreros de recuperación.
– Tratamiento de pezuñas
(cura pezuñas, inyectables intrapodal, vacunas).
Mastitis
clínica y subclinica:
Mastitis es una inflamación
de la ubre. Esta enfermedad se puede manifestar en muchas formas diferentes,
pero para simplificar discutiremos apenas dos tipos: mastitis clínica y
subclínica.
La mastitis subclínica es
muy costosa en el hato. Usualmente, la mastitis subclínica precede la forma
clínica, dura por mucho tiempo, y reduce la producción y la calidad de la
leche.
Es un gran desafío
convencernos de que hay ubres que tienen apariencia normal, y que producen
leche de apariencia normal, a pesar de que están infectadas con mastitis al
nivel subclínico.
1. Causa problemas en el
hato.
2. Usualmente precede la
forma clínica.
3. Dura mucho tiempo.
4. Disminuye la producción
de leche.
5. Disminuye la calidad de
la leche.
Estos inconvenientes se
pueden sortear, aplicando un correcto programa de control, tanto para las
mastitis subclinicas como para las clínicas.
Programa de Control de la
Mastitis (PCM).
1. objetivo primario:
Debe ser mantener alejadas
de la ubre, las bacterias que causan mastitis. La mejor manera de lograrlo es
el mantenimiento de un ambiente higiénico y de prácticas higiénicas al ordeñar.
2. Evitar la propagación de bacterias de mastitis de un cuarto de la ubre
a otro usando:
– Pezones que mantengan un
nivel estable de vacío y que tengan suficiente capacidad para evitar el
retroceso de gotas de leche a los otros cuatros (una pezonera que nunca se
inunda), o
– Una máquina de ordeño con
cuatro mangueras individuales que saque la leche de cada cuarto separadamente.
3. Ordeñar solamente ubres limpias, secas y bien estimuladas.
Las vacas deben ingresar
para el ordeño con ubres limpias y secas. Cualquier ubre que necesite lavarse,
debe ser secada completamente con toallas individuales de papel. Las ubres
deben secarse antes de aplicar las pezoneras.
“Seco” en este sentido significa
completamente seco.
4. Predesinfección de los pezones.
No se puede evitar que las
bacterias coliformes vivan en la superficie del pezón, pero se puede matarlas
antes de aplicar las pezoneras. Hay que sumergir cada pezón en un producto aprobado
antes del ordeño. Luego secar cada ubre con una toalla individual de papel
después de predesinfectar.
5. Prueba de la leche.
Sacando dos o tres chorros
de leche de cada cuarto para descubrir la mastitis lo más temprano posible. Se
pueden usar, “strip-cup” o taza de fondo negro, si es posible. Es una taza
especial que facilita el reconocimiento de leche anormal.
6. Estimulo consistentemente.
El desinfectado previo, y
secar los pezones, así como revisar la leche, producen buena estimulación. Sin
embargo, el tiempo de espera es tan importante como el masaje de estimulación.
Es esencial que uno espere la bajada de la leche entre 30 y 60 segundos. Hay
que establecer una rutina de adecuada estimulación e instalación de la máquina
de ordeño.
7. Evitar el escape de aire y buen funcionamiento de la máquina:
Hay que evitar el deslice
de las máquinas y el escape de aire alrededor de los pezones.
Dicho escape puede
introducir bacterias, especialmente coliformes, a los pezones opuestos a los
que estén chillando.
8. Evitar el sobre-ordeño.
Las pezoneras se deben quitar tan pronto cese el
flujo de leche para evitar el sobreordeño o sub-ordeño. Siempre se debe cerrar la válvula del vacío de la máquina de ordeño
antes de quitarla. Usar retiradores automáticos si es posible. Revisarlos para
comprobar que eliminan todo el vacío antes de quitar las pezoneras.
9. Desinfectar los pezones.
Desinfecte todos los
pezones para que las bacterias en el establo no puedan invadirlos
inmediatamente después del ordeño. Hay que sumergir los pezones dentro de 30
segundos después de quitar las pezoneras, con un producto eficaz y aprobado.
10. Mantener el buen funcionamiento del equipo-maquina ordeñadora.
Mantenimiento de higiene y mecánica.
11. Refugio de protección. Bienestar animal.
Se debe dar a las vacas un
refugio confortable contra las inclemencias del tiempo (lluvia, calor y frío).
Un establo inadecuado causa “stress” (malestar fisiológico), lo que frecuentemente
eleva el recuento de células somáticas.
12. Controlar el ambiente.
Se deberá mantener el
ambiente de las vacas tan libre de bacterias cuanto sea posible.
13. Separar a las vacas enfermas.
Se deberá separar las vacas
con mastitis, para que no puedan causar nuevas infecciones en vacas sanas.
14. Tratar los casos clínicos inmediatamente con antibióticos adecuados.
Esto incluye llamar a un
veterinario y aplicar todos los tratamientos recetados.
Se debe establecer un
método que garantice que la leche de las vacas bajo tratamiento no se mezclará
con la leche del hato.
15. Practicar el tratamiento con antibióticos específicos al secado.
Se deberá tratar cada
cuarto de todas las vacas al secar con un buen producto para vacas secas. Hay
que tratar cada cuarto, aunque no esté infectado. Se deberán usar tubos
individuales e inyectarlos asépticamente.
16. Eliminar vacas con infecciones crónicas
Las vacas que no se mejoran
bajo el programa de control son una fuente de infección para las demás vacas
del hato. Estas deberían poder ser eliminadas lo más pronto posible.
Cualquier vaca que ha
tenido infecciones clínicas tres veces o más durante una lactación tiene
mastitis clínica; y debe ser eliminada.
17. Hacer cultivos del hato.
Diagnóstico bacteriológico.
18. Observar las vacas…Brindarles bienestar y confort.
No solamente la ubre. Una
ración excelente y agua de buena calidad tienen gran importancia para la
cantidad y la calidad de leche.
El bienestar en las vacas
lecheras se relaciona directamente con la producción.
Esto incluye evitar stress,
proveer ambiente tranquilo, pisos y caminos transitables, etc.
19. Mantener la limpieza en la sala de parto.
· Técnicas y manejos reproductivos aplicables al
rodeo, para maximizar su rendimiento productivo.

Hoy en día en reproducción existen varias
alternativas y técnicas que nos permiten ser
más eficientes al momento de
intervenir en la perpetuación de una especie. El objetivo principal
de los esquemas de manejo reproductivo es optimizar la eficiencia reproductiva
del rodeo. Obteniendo el mayor número de animales preñados en el menor tiempo
posible. Para esto el productor puede valerse de distintas técnicas
reproductivas como lo son: la sincronización de celos, la inseminación
artificial, la inseminación artificial a tiempo fijo o el trasplanté de embriones, según sea el
valor de los animales con los cuales se esté trabajado.
Inseminación artificial:
La inseminación artificial (IA) es la
técnica más importante desarrollada para el mejoramiento genético de animales,
un grupo de machos estrictamente seleccionados y genéticamente superiores al
producir gran cantidad de espermatozoides son suficientes para inseminar miles
de hembras por año.
El gran desarrollo genético logrado en
ganado lechero se debe al uso masivo por medio de IA de toros cuidadosamente
seleccionados a través de las pruebas de progenie.
Las principales ventajas de la IA son:
mejoramiento genético, control de enfermedades de transmisión sexual,
disponibilidad de registros de apareamientos adecuados, servicio económico,
entre otros.
La IA se facilita con programas de sincronización
de estro, y se ha propuesto como un medio para controlar el sexo de la progenie
mediante la separación de espermatozoides con cromosomas X e Y.
Cuando la IA se realiza de manera
apropiada, sus desventajas son pocas. Sin embargo, es necesario contar con
personal adiestrado para proporcionar
una técnica adecuada, e instalaciones idóneas para manejar a las hembras en los
programas de terapia hormonal o detección del estro e inseminación,
particularmente cuando se lleva a cabo en condiciones extensivas.
Manejos de los machos y recolección de semen:
Cuando los toros jóvenes se alimentan y
manejan adecuadamente, es posible colectar semen de calidad a partir de los 12
meses aproximadamente; vale decir que la recolección correcta del semen es de
importancia primordial en un programa de IA.
El procedimiento en general, que debe
seguirse para la recolección de semen en los toros maduros es de 2 veces al día, 2 o 3 días a la semana;
por ejemplo: lunes, miércoles y viernes. Y los días martes y jueves recolectar en
toros jóvenes. El eyaculado promedio contiene de 8 a 16 mil billones de
espermatozoides.
Existen diversos métodos de estimulación:
la presentación de un animal o animales diferentes para montar en el corral del
propio macho; cambio de corral con el mismo animal estimulador, o cambio de
corral y de animal estimulador. Si el toro no monta después de 5 minutos,
entonces requerirá más estimulación para proporcionar un eyaculado
satisfactorio. La vagina artificial esta echa de un tubo cilíndrico de caucho
(funda del radiador), un revestimiento de caucho delgado, un cono de caucho de
pared delgada y un tubo de ensayo de recolección dentro de la cubierta aislada.
El espacio entre la pared de la funda de caucho y el revestimiento interno se
llena con agua caliente (60ºC), y el cono se adapta al extremo de la funda. En
el extremo contrario del cono se fija el tubo de ensayo graduado de 15ml. La
cubierta aislada permite garantizar que la totalidad de la VA se mantendrá a
cerca de 45ºC al momento de recolección. En el revestimiento interno se aplica un
lubricante estéril.
Después de la estimulación previa a la
recolección, que consiste en 3 a 5 montas falsas y restricción activa, se
permite montar al toro a la hembra excitadora. La persona a cargo de la
recolección desvía el pene del toro a la VA, la cual se mantiene paralela al
flanco de la hembra. Al tener contacto con la superficie tibia y lubricada el
toro eyacula de inmediato en la VA. Al eyacular la VA se inclina de inmediato
hacia abajo, en dirección del tubo de ensayo. El semen drena entonces al tubo
de recolección, que entonces se retira y se coloca en baño de agua que se ha
mantenido a 34ºC antes de medirse la concentración de espermatozoides.
El método de electro eyaculación se
reserva para toros con problemas de patas o viejos, así como para los que
tienen pérdida temporal del deseo de eyacular en la VA. En esta técnica se
introduce una sonda con electrodos en el recto para estimular eléctricamente a
los nervios de los órganos de la reproducción. El voltaje se aumenta de manera
paulatina con pulsos de estimulación rítmicos. Se requiere experiencia para
causar la erección, seguida de la eyaculación.
Una vez hecho esto se pasa a empacar el
semen recolectado y se lo almacena en tanques de almacenamiento de nitrógeno líquido.
Aquí se guardara hasta que el inseminador deba usarlo. Para usar el semen lo
que se debe hacer primero es descongelarlo, para esto se introducen las
pajillas de 2 o 3 ml en un baño de agua a 37ºC durante 45s. Nunca debe
permitirse que el semen se enfrié o congele de nuevo. Es importante intentar
secar la pajilla y mantener a temperatura de 37ºC mientras se carga la pistola
de inseminación cuando el clima es frio. La pistola se entibia previamente
frotándola vertiginosamente varias veces.
Detección de estro:
Un punto crítico en el proceso de IA es la
detección de celo, el mejor indicador de estro es cuando la hembra se coloca en
posición para ser montada por otras hembras. Se dispone de diversos auxiliares
para detectar el estro, y lo característico es colocar dispositivos sensibles a
la presión en la grupa de la vaca los cuales pueden cambiar de color o activar
instrumentos electrónicos que emiten una señal a la computadora desde el
potrero. Lamentablemente mucha de esta tecnología no está disponible en el país,
y los celos son detectados comúnmente por los tamberos mientras que están
trabajando con los animales.
Técnica de inseminación:

La técnica rectovaginal de inseminación
artificial en el ganado es uno de los métodos que más se utilizan.
Primero se debe limpiar la vulva del
animal y secarla con una toalla de papel a fin de evitar contaminaciones. Una
vez hecho esto se introduce un brazo en el recto y se ubica el cuello uterino.
La pistola de inseminación debe mantenerse en un ángulo de 30 grados, y el
extremo que contiene el semen se eleva en la mayor medida posible al ingresar
en el conducto reproductor. Esto es necesario para evitar que el instrumento de
inseminación ingrese al divertículo sub uretral o la uretra, que se encuentra
en el piso de la vagina, a poca distancia al interior de la abertura de la
vulva.
La pistola se adelanta a lo largo del
techo de la vagina, mientras el cuello uterino se desplaza hacia adelante para
enderezar cualquier pliegue vaginal que pueda de alguna manera encontrarse con
la punta de la pistola. La abertura cervical por lo general se localiza en el
centro del cuello uterino, pero es posible que
sea necesario explorarlo con suavidad con el extremo de la pistola hasta
encontrar dicha abertura.
Para manipular el cuello uterino hacia la
pistola se mantienen los dos primeros dedos y el pulgar de la mano enguantada,
justamente por detrás de la punta de la pistola, para manipular el cuello
uterino. Una vez que se atraviesan los anillos cervicales, la pistola se
desliza hacia adelante con poca resistencia. Cuando esto sucede el extremo de
la pistola se encontrara en el cuerpo uterino, en ocasiones se desliza incluso más
adentro, hacia el cuello uterino, cuya punta se palpa ya que la pared uterina es muy delgada. A continuación se
hace girar la mano enguantada en torno al cuello uterino hasta que la mano
quede por encima. Es posible utilizar el dedo índice para localizar el sitio
donde se localiza la punta de la pistola. Se tira de la pistola con lentitud
hacia tras hasta que se encuentre en línea recta con respecto a la abertura
cervical. Se mantiene la pistola estable con la mano externa y se eleva el
índice de la mano enguantada para
alejarla del extremo de la pistola. Debe asegurarse de empujar con el pulgar y
sacar la pistola del cuello uterino con los dedos. El semen se deposita
lentamente, toma al menos 5s empujar el embolo. El depósito lento del semen
ayuda a que este se distribuya al máximo. El acatamiento de los procedimientos
de inseminación correctos ayuda a obtener mejor eficiencia reproductiva.
Es necesario doblar la funda y la pajilla
cuando se retiran de la pistola de inseminación. Se anota la identidad del
toro, el código de recolección, fecha de inseminación y el número de registro.
Se mantiene todo el equipo limpio al lavarse y secarse siempre antes de su uso.
Inseminación artificial a tiempo
fijo:
Las principales limitaciones para el
empleo de la IA en el ganado manejado en condiciones pastoriles son fallas en
la detección de celos, anestro posparto y pubertad tardía. La implementación de
la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF), es decir sin la necesidad de
detección de celos, mediante el uso del Dispositivo Intravaginal bovino (DIB) en
combinación con otras hormonas reproductivas, ha permitido incrementar la
cantidad de animales incluidos en programas de inseminación artificial dentro de
los establecimientos. Esto es debido fundamentalmente a la eliminación total o
parcial de la detección de celos y a la simplificación en la programación y
realización de las tareas de inseminación artificial. Por otro lado, mediante
la utilización de esta técnica, es factible realizar inseminación artificial en
vacas con cría a pie (al menos 60 días pos parto). Tradicionalmente esta
categoría no era incluida en programas de inseminación artificial debido a la
gran proporción de animales en anestro (es decir que no manifiestan celo).
Finalmente, es factible aumentar la cantidad de animales preñados en el primer
día de servicio, es decir, se aumenta significativamente la "cabeza de
parición”. En los rodeos lecheros la fertilidad de las vacas en lactancia es
particularmente baja, debido fundamentalmente a la escasa eficiencia en la
detección de celos y a la baja fertilidad de los mismos. Esto indudablemente
repercute directamente sobre uno de los índices más utilizados para medir
eficiencia reproductiva en tambos, como es el intervalo parto-parto.
La tasa de preñez del rodeo es el producto
de la tasa de detección de celos por la tasa de concepción. La tasa de detección
de celos es la relación entre los animales detectados en celo y el total de los
que efectivamente están ciclando y la tasa de concepción es el porcentaje de
preñez obtenido sobre las que se sirvieron. Esto significa que la relación es
factorial y si tuviéramos una eficiencia de detección de celos del 40 % y de
concepción del 40 %, el porcentaje de preñez sería del 16 % (40 % x 40 % = 16
%). Cualquier disminución en uno de ellos afecta drásticamente el porcentaje de
preñez. Como alternativa de manejo para evitar o disminuir la detección de
celos y acortar el intervalo parto-parto se han desarrollado protocolos de
Inseminación artificial a Tiempo Fijo (IATF), utilizando diferentes fármacos,
tales como el Dispositivo Intravaginal bovino con Progesterona (DIB),
Prostaglandina (Ciclase), eCG (Novormón) y GnRH (Gonasyn), por dar algunos
ejemplos de estos tipos de fármacos. Mediante el uso de la IATF se elimina la
variable detección de celos por lo tanto la tasa de preñez resulta igual a la
tasa de concepción.
Descripción
de la técnica:
Existen
en la actualidad una gran cantidad de tratamientos disponibles para la
sincronización de vacas con cría, vaquillonas o vacas secas. Básicamente en
todos ellos se incluye la utilización de un dispositivo intravaginal con progesterona
(DIB). El DIB se utiliza para mantener altos
niveles circulantes de esta hormona durante su permanencia en vagina, y
de esta manera se logra controlar el momento del celo y la ovulación. La
utilización del DIB va acompañada de la aplicación intramuscular de hormonas
como la Prostaglandina, el Benzoato de estradiol, la GnRH y la eCG. La mayoría
de los tratamientos con los que se cuenta en la actualidad son eficientes,
obteniéndose porcentajes de preñez aceptables.
Uno
de los factores que más afecta los resultados, es la condición corporal con en
la que se encuentran los animales al momento del inicio del tratamiento y el
plano nutricional en que se encuentren, los mismos deben estar ganando peso
para lograr los resultados esperados.
El
tiempo trascurrido desde el inicio del protocolo y la IATF oscila entre los 9 y
10 días y todas las vacas son inseminadas en un rango de 4 horas. Este último
punto es muy importante ya que se debe programar la cantidad de animales a
tratar en función de este tiempo, y esto dependerá fundamentalmente de las
instalaciones disponibles y del personal con que se cuente.
Una
vez realizada la IATF existen varias alternativas, la más común es que se dé
repaso con toros, este repaso deberá comenzar no antes de los 10 días de la
IATF, para evitar confusiones entre preñeces obtenidas por IATF o por toros.
Otra
alternativa, es realizar un programa de resincronización de los celos, de esta
manera, también con el uso del DIB, es factible reinseminar los animales vacíos
a la IATF en un rango que va de los 20 a los 25 días pos IATF.
Sincronización de
celo:

La sincronización de celo, consiste
en la eliminación del cuerpo lúteo mediante medios manuales (extracción manual
por recto) o su lisis por medios hormonales (prostaglandinas inyectables).
Ninguno de los dos sistemas
reemplaza un correcto manejo nutricional y sanitario, ni mejoran por sí mismos
el porcentaje de celo diario ni la fertilidad del rodeo. La función de la
sincronización de celos es la de agrupar los celos de las hembras que se
encuentran en condiciones de producirlos. La sincronización de celos se emplea
cuando se desea inseminar un rodeo de animales en buen estado nutritivo y
sanitario, con porcentajes elevados de celo diario y que por razones
organizativas, de personal o económicas, no es posible que en el
establecimiento permanezcan durante los 2 a 3 meses de servicio el personal y
el equipo necesarios para efectuar la misma. En estos casos, se puede realizar
la sincronización de celos económicamente, efectuando la I.A. y repaso
posterior con toros hasta completar el período de servicio, ya que la
sincronización no aumenta la fertilidad de los celos ni la efectividad de la
I.A.
Aplicación de prostaglandinas:
Las prostaglandinas son sustancias
orgánicas extremadamente potentes que aparecen naturalmente en una gran
variedad de tejidos y situaciones biológicas.
Desde el punto de vista químico, derivan
del ácido prostanoico, que es un ácido graso de 20 átomos de carbono con un
núcleo ciclopentano. Ligeras alteraciones de la estructura de la molécula
pueden producir efectos biológicos totalmente diferentes. Desde el punto de
vista estructural y funcional, las prostaglandinas se dividen en cuatro grandes
grupos, denominados A, B, E y F.
La propiedad más importante en
reproducción es la capacidad de ciertas prostaglandinas de la serie F
(especialmente PGF 2 alfa) de provocar la regresión morfológica y funcional del
cuerpo lúteo.
La importancia del útero en la regresión
cíclica del cuerpo lúteo está actualmente bien establecida, y es admitida la
liberación por el útero de una sustancia luteolítica (prostaglandina).
El cuerpo lúteo es el factor de regulación
del ciclo estral, determinando su duración. La luteolisina, prostaglandina
segregada por el útero, solo producirá su efecto ante la presencia de un cuerpo
lúteo funcional, y por esta razón, en un ciclo normal de 21 días, existen
períodos durante los cuales la aplicación de un agente luteolítico no produce
ningún efecto.
1) Cuerpo lúteo en desarrollo: Dura 4-5 días. No sensible. Animales tratados con un agente luteolítico en este
período no manifestarán ninguna respuesta, pero 10 a 12 días después se
encontrarán en el período sensible.
2) Cuerpo lúteo funcional: Dura aproximadamente 12 días. Sensible. Animales tratados durante
este período responderán positivamente. En ellos se producirá una ovulación y
10 a 12 días más tarde se encontrarán nuevamente en el periodo sensible.
3) Cuerpo lúteo en regresión: Dura 4 a 5 días. Es la fase de
desarrollo folicular. No sensible.
Un tratamiento en este período no tendrá efecto, ya que el cuerpo lúteo está
regresando naturalmente y el desarrollo folicular está en sus comienzos.
También estos animales se encontrarán en el periodo sensible 10 a 12 días más
tarde.
De esto se desprende que una aplicación de
prostaglandina permitirá homogeneizar el período del ciclo en que se encuentran
los animales del rodeo, ya que 10 a 12 días más tarde todos se encontrarán en
el período de cuerpo lúteo sensible. Una segunda aplicación en ese momento,
provocará la luteolisis y la ovulación en la totalidad de los animales.
Protocolos con prostaglandina:
Doble aplicación de
prostaglandinas en la totalidad de los animales:
El método tradicional de
utilización de las prostaglandinas con el objetivo de sincronización de celos,
prevee la utilización de dos dosis de hormona aplicada con un intervalo de 12 a
14 días. La primera aplicación en rodeos cíclicos normalmente el efecto
luteolítico se da aproximadamente en el 60% de las vacas. Con la segunda aplicación
de prostaglandina se introduce en estro a la totalidad de los animales. A
partir de las 48 hs de la segunda aplicación se comienza a detectar celo e
inseminar por 2 a 3 días.
Doble aplicación de Prostaglandina
con inseminación después de la primera y segunda dosis:
Este método consiste en una
variante del procedimiento descrito anteriormente utilizado para inseminar
vacas que entran en celo después de la primera aplicación de prostaglandina.
Los animales son observados después de la primera aplicación por doce días. Los
que no se detectaron en celo, reciben una segunda dosis de prostaglandina y son
inseminados cuando demuestran el celo, que se da la mayoría de las veces entre
las 48 y 96 hs. A pesar de la economía de la hormona, tiene como desventaja en
relación al método original la observación de un periodo más largo de celos.
Aplicación única de prostaglandina
después de un periodo de observación de celos:
Este protocolo se basa en la
observación de celos de las vacas en un periodo de 7 días e inseminación de las
verificadas en celo, siendo aplicada al séptimo día una dosis de prostaglandina
en todas las vacas que no ciclaron. El periodo de observación de siete días
debe dar tiempo para que todas las vacas en el momento del segundo tratamiento
se encuentren en diestro.
Todos los protocolos con prostaglandinas
solamente son indicados para animales cíclicos, resultando en completo fracaso
cuando lo aplicamos en animales con condiciones nutricionales deficitarias y en
estado de acíclia.
Sincronización de celo con agonista de GnRh:
El uso de GnRH en conjunto con PG tiene como ventaja que puede
utilizarse en cualquier etapa del ciclo reproductivo del animal, eliminando así
la necesidad de tener que utilizar progestágenos. Ya que estos fármacos controlan
el desarrollo folicular y la duración de la vida del cuerpo lúteo.
Con esta asociación se puede fomentar la reanudación de la actividad
ovárica en vacas en anestro durante el periodo post parto y en vaquillonas.
Protocolo GnRH:
Día 0: 250 mcg
de GnRH
Día 7: dosis
luteolítica de PgF2alfa.
Día 9: 250 mcg
de GnRH (48 h. más tarde después de la aplicación de la PgF2alfa).
Día 10:
Inseminación sin detección de celos (A las 24 h. de la administración de la
segunda dosis de GnRH).
Aplicación de progestágenos:
Los Progestágenos, tienen como efecto
principal un bloqueo hipotálamo-hipofisario simulando una fase lútea; a
diferencia de las prostaglandinas y sus análogos que actúan como agente
luteolítico sobre el cuerpo lúteo.
Protocolos con progestágenos:
Bloqueo a través de la administración de MGA (Acetato de Melengestrol):
Existen variaciones en cuanto a los
protocolos que utiliza el MGA. Actualmente los protocolos mas recomendados,
preveen la administración de 0,5mg de MGA por cabeza por día durante 7 días
mesturado con una ración. En el séptimo día luego de la suspensión del MGA se
administra prostaglandina (dosis recomendada por el fabricante) provocando la
lisis del cuerpo lúteo de animales que ya estaban ciclando al comienzo del
tratamiento. Cuatro días después de la aplicación de prostaglandina, con el
objetivo de inducir la ovulación o luteinización folicular, se administra GnRH.
La inseminación artificial es realizada
luego de la detección de celo, 48 a 96 hs posteriores a la aplicación de
prostaglandina. Este protocolo está indicado principalmente para vaquillonas
próximas al inicio de la pubertad o ya púberes y en vacas acíclicas posparto.
Bloqueo a través del implante
subcutáneo de Norgestomet:
El
Norgetomet es un potente progestágeno sintético que es utilizado de forma de
implante subcutáneo el cual contiene impregnado 3 mg (Crestar) del principio
activo. Estos implantes se aplican en la cara dorsal de la oreja del animal,
permaneciendo por 9 días. Cuando se coloca el implante se administran 5mg de
Valerato de Estradiol y 3 mg de Norgestomet, el primero para promover la
luteolisis de un eventual cuerpo lúteo y sincronizar la onda de crecimiento
folicular, y el segundo con el intento de promover altas concentraciones de
Norgestomet en el inicio del tratamiento, promoviendo con esto de inmediato el
bloqueo hipotalámico-hipofisario. En caso de posibles animales cíclicos del
grupo tratado, se recomienda cuando se retira el implante la aplicación de una
dosis de prostaglandina. Para vacas, las cuales se sabe que están acíclicas, se
indica en este momento la administración de 400 a 700 UI de eCG. La
inseminación artificial se realiza en un tiempo predeterminado, aproximadamente
50 hs posteriores al retiro del implante.
Bloqueo a través de la utilización
de dispositivos intravaginales:
Actualmente
en el mercado se encuentran disponibles diferentes tipos de dispositivos
intravaginales los cuales contienen concentraciones variadas de progesterona,
como por ejemplo tenemos: CIDR-B (1,9 g de progesterona), PRID (1,55 g de
progesterona), DIB (1 g de progesterona), DISPOCEL (1 g de progesterona), etc.
Uno
de los más utilizados es el CIDR-B. Este dispositivo consta con un implante en
forma de T de silicona con un molde de nylon impregnado con 1,9 g de progesterona.
La mucosa vaginal absorbe aproximadamente 0,5 a 0,6 mg de progesterona al día,
determinándose esta forma el bloqueo hipotalámico-hipofisario.
El
dispositivo es introducido en la cavidad vaginal a través de un aplicador
semejante a un especulo que mantiene las extremidades de la T aproximadas a
manera de facilitar su introducción. La extremidad distal del CIDR contiene un
filamento de nylon que al final del periodo de utilización sirve para la
remoción del dispositivo por tracción.
El
protocolo tradicional de utilización del CIDR preconiza la permanencia del
dispositivo en la cavidad vaginal por un periodo de 9 días. En el día de
aplicación del dispositivo se recomienda la aplicación intramuscular de 2 mg de
Benzoato de Estradiol, principalmente con el objetivo de sincronizar el
crecimiento folicular. En este mismo momento se administran 50 mg de
progesterona vía intramuscular para auxiliar el inicio del bloqueo. Para grupo
de animales cíclicos que serán tratados, se hace necesaria la aplicación de prostaglandina
al momento de la retirada de los dispositivos. Como auxiliar del
desencadenamiento de la ovulación, es de utilidad la administración de 1 mg de
Benzoato de Estradiol intramuscular en el décimo día del protocolo, realizando
la inseminación artificial a tiempo fijo cercano a las 50 hs posteriores a la
retirada del dispositivo.
Existen
protocolos que preveen la sustitución de Benzoato de Estradiol por dos
aplicaciones de 100 mcg de GnRH, siendo la segunda realizada en el momento de
la inseminación artificial.
En
vacas que están amamantando terneros con gran probabilidad de que se encuentren
en estado de acíclia, al momento de retirar el CIDR, en vez de prostaglandina,
se recomienda la aplicación de 400 a 700 UI de eCG, realizando un destete temporario
de los terneros por 48 hs. En el décimo día del protocolo se inyecta por vía
intramuscular 1 mg de Benzoato de Estradiol, realizando la inseminación
artificial a tiempo fijo 24 hs después.
Enucleación manual del cuerpo lúteo:
Es el método más antiguo, hoy muy
poco empleado, y consiste en que por vía rectal se examinan los ovarios y
detectado el cuerpo lúteo de estro, de gestación (posgestacional) o persistente,
mediante una suave presión con los dedos se separa del ovario, cortando su
función inhibidora del celo. Entre los 2 a 5 días posteriores a su extracción,
la hembra entrará en celo, pudiendo inseminarse normalmente.
Como es lógico, existirán hembras
a las que no se les encontrará cuerpo lúteo por hallarse en otro estadio de su
ciclo sexual. Por lo tanto, no todas las vacas sincronizarán sus celos.
Como por palpación rectal es
imposible diferenciar los distintos cuerpos lúteos, es sumamente importante
conocer las fechas de parición y del último servicio si lo hubo. En caso que
desde el último servicio hayan pasado menos de 40 días, no se puede detectar
aún si existe o no preñez. Por lo tanto, no debe extraerse el cuerpo lúteo, ya
que si hay preñez la vaca abortaría. Por ello, si la vaca no entra en celo, se
la debe volver a palpar una vez que hayan transcurridos 40 días después del
último servicio.
En caso de tratarse de una vaca
parida con un cuerpo lúteo de preñez que aún no ha desaparecido al momento de
palpar, conviene enuclearlo, pues se acelera la aparición del celo, y aunque no
se sirva a la vaca en ese celo, sino recién a los dos meses posparto, estos
celos anteriores al servicio influyen aumentando la fertilidad de los celos
subsecuentes.
Es un método simple y económico, que
correctamente realizado no ocasiona problemas a la hembra.
Trasplante de
embriones:
El creciente campo de la transferencia de
embriones puede considerarse como la contra parte femenina de la IA. Las
hembras de merito genético superior son súper ovuladas con hormonas
gonadotropicas y sus óvulos se fecundan in vivo, o los oocitos in vitro. A
continuación los embriones resultantes se transfieren a las receptoras, que son
madres sustitutas de menor valor genético. Así una hembra donadora puede aumentar su número de crías durante su vida al concebir de manera repetida, y mediante la
recuperación de embriones al inicio de la gestación y la transferencia de estos
a los aparatos reproductores de otras hembras receptoras para completar la
gestación. Este procedimiento depende por completo de la disponibilidad de una
fuente de embriones de calidad adecuada y el medio uterino propicio de la
receptora al momento de la transferencia (sincronía).
Sincronización del estro de donadora y
receptora:
Las condiciones y preparación de las
receptoras influyen en gran medida en el índice de gestación posterior a la
transferencia de embriones. El animal que no es adecuado para el servicio
natural no puede utilizarse para la transferencia embrionaria. Las hembras que
se seleccionan como receptoras deben ser buenas reproductoras, encontrarse
libres de infección en el tracto reproductivo, tener ciclos estrales de
duración normal y encontrarse en un buen estado físico.
La sincronización entre la etapa del
embrión y el aparato reproductor de la receptora es un prerrequisito. Esto
suele realizarse seleccionando receptoras que estuvieron en estro al mismo
tiempo que la donadora, sea naturalmente o como consecuencia de sincronización.
Para que los resultados sean óptimos, el lapso entre el inicio del estro de la
donadora y la receptora no debe ser mayor de 12Hs. Las tasas de gestación
disminuyen drásticamente si la diferencia es mayor de 24 Hs.
Las receptoras de embriones congelados
deben seleccionarse de modo que estén en sincronía fisiológica con la etapa de
desarrollo del embrión. De este modo, los embriones congelados de 7 días de
edad deben transferirse a receptoras que estuvieron en estro 7 días antes.
Inseminación (técnica in vivo):
Una vez producida la súper ovulación de
una donadora valiosa genéticamente se procede a inseminarla con semen de un
macho valioso genéticamente, para poder
realizar luego la recuperación de los embriones al día 7.
Recolección de embriones (técnica in vivo):
A partir de 1976 se practica de manera
sistemática, la recuperación transcervical. Esta técnica requiere el uso de un
catéter de Foley de tres vías. Se guía dicho catéter con el estilete colocado,
a través del cuello uterino mediante manipulación rectal. El catéter puede
colocarse en el cuerpo uterino o en un cuerno. Sin embargo la mayoría prefiere
lavar cada cuerno por separado. Después de que el catéter se encuentra en uno
de los cuernos, se infla el globo. El cuerno uterino se llena con 30 a 60 ml de
medio de PSB tibio, que entonces se permite que fluya en el recipiente de
recolección, mientras se da un masaje suave al útero a través del recto. Este
procedimiento se repite hasta que se hayan utilizado 300 a 800 ml del medio.
Este procedimiento se realiza por cada cuerno.
Durante la recolección, la solución
drenada atraviesa un filtro especial para separar los embriones. Al final del lavado,
una pequeña porción del líquido concentrado y retenido en el filtro, es vertida
en placas de petri desechables. Para la búsqueda de los embriones se emplea una
lupa estereoscópica (40X). Los embriones seleccionados e identificados son
transferidos a otras placas de petri redondas conteniendo medio de mantenimiento.
Los embriones considerados de buena calidad (transferibles) son montados en
pajuelas de plástico estériles de 0,25ml (mini pajuelas) para su posterior
transferencia o almacenamiento en nitrógeno líquido.
Descongelamiento del embrión:
En el caso del ganado bovino, los
embriones que se encuentran en pajillas
de 0.5 ml se descongelan al aire durante 20s, seguidos de 20s en agua a 37.5ºC,
mientras que los que están en pajillas de 0.25 ml se descongelas durante 15s al
aire y 20s en agua a 37ºC. La exposición al aire reduce la posibilidad de daño
en la zona pelucida.
Existen diversos procedimientos para
extraer el crioprotector (por ej., glicerol). Con el método convencional, el
glicerol se diluye con PBS en 6 o 4 pasos, cada uno de los cuales toma
alrededor de 6 minutos. En la transferencia de embriones se requiere de un
microscopio entre pasos, y el procedimiento se realiza en condiciones de
laboratorio.
Existen varios laboratorios que están
intentando desarrollar un procedimiento de descongelamiento de un solo paso; en
que se utilizan otros crioprotectores, como el etilenglicol, para
transferencias directas. Una vez que se descubra el proceso ideal de descongelamiento de un paso, descongelar
embriones podría ser tan sencillo como lo es con el semen.
Técnica de transferencia de embriones:
Método transcervical: en este se palpa a
la receptora a través del recto para determinar si el ovario contiene el cuerpo
lúteo.
En condiciones asépticas, se aloja al
embrión en una pajilla de 0.25ml y se introduce en una pistola de transferencia
cassou, la cual se cubre con una funda esterilizada. La pistola se introduce en
la vagina y se hace pasar a través del cuello uterino por manipulación rectal,
y se guía hacia el cuerno uterino que se encuentra en dirección ipsilateral con respecto al cuerpo lúteo.
En ese momento se deposita el contenido de la pajilla en el cuerno del útero.
Mantenimiento de la preñez después de la
transferencia embrionaria:
La tasa de gestación (porcentaje de
receptoras que se preñan) no debe confundirse con el porcentaje de embriones
que sobreviven.
En determinadas condiciones ideales hasta
el 80% de los embriones sobreviven hasta el término después de la transferencia
a una hembra sincronizada.
Conclusión:
Como conclusión se puede
afirmar que el objetivo esencial del manejo reproductivo, es obtener buenos
resultados de fertilidad en los animales que integran el rodeo. Dado que no
puede haber producción sin reproducción. Sin embargo el manejo reproductivo no puede
tomarse solamente como un punto aislado; ya que su éxito o fracaso, no depende
de él por sí solo, si no de la interacción con los distintos factores de la
producción como lo son la alimentación, la sanidad y el manejo entre otros.
Cuando el manejo
reproductivo es inadecuado la fertilidad del rodeo no se expresa en plenitud; trayendo aparejado una disminución en la
producción por lactancia, y en el no cumplimiento del objetivo de un ternero
vaca al año.
Para hacer frente a esta
problemática, existen actualmente tecnologías como las desarrolladas en este
trabajo, que permite lograr éxitos cuando son bien aplicadas, ayudando a que
los productores alcancen buenos resultados y a que cumplan con sus objetivos
productivos.
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Reproducción e inseminación artificial en animales. Editorial mcgraw-hill(2002,
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Fijo en Rodeos Lecheros: Diferentes Estrategias de Implementación (Lucas E.
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3Syntex S.A.
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Producción de Bovinos de Leche, Facultad Ciencias Veterinarias, UBA.
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julio 2013.
Imágenes e ilustraciones:
*http://www.elcronistadiario.com/2013/03/comenzo-la-campana-de-vacunacion-antiaftosa-y-antibrucelica/
*www.produccion-animal.com.ar Med. Vet. Claudio E. Glauber*. 2010. Producir XXI, Bs. As.,
18(220):28-34. *Especialista Producción Lechera FAUBA. Docente Facultad
Ciencias Veterinarias U.B.A. (Nº1)
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