ACTINOBACILOSIS BOVINA

CATEDRA: CLINICA
DE ANIMALES DE INTERES ZOOTECNICO
ALUMNO: JUAN R. CUADRADO
DOCENTE:
JORGE
MERLASSINO
AÑO: 2013
INDICE:
RESUMEN……………………………………………………………………………………Pag. 3
DESARROLLO:
AGENTE ETIOLÓGICO………………………………………………………………….Pag. 4
FUENTE DE INFECCIÓN Y TRANSMISIÓN……………………………………..Pag.
4
IMPLICACIONES ZOONÓTICAS……………………………………………………Pag. 4
PATOGENIA Y LESIONES……………………………………………………………..Pag. 5
SIGNOS CLINICOS……………………………………………………………………….Pag. 6
DIAGNOSTICO…………………………………………………………………………….Pag. 7
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL……………………………………………………….Pag. 7
TRATAMIENTO……………………………………………………………………………Pag. 8
CONTROL……………………………………………………………………………………Pag. 9
¿QUE SITUACIONES FAVORECEN LA APARICION
DE ACTINOBACILOSIS?...............................................................Pag.
10
ACTINOMICOSIS Y ACTINOBACILOSIS: UNA CAUSA FRECUENTE
DE LESIONES GRANULOMATOSAS EN EL GANADO BOVINO DEL
DEPARTAMENTO MARACÓ, PROVINCIA DE LA PAMPA, REPU-
BLICA ARGENTINA……………………………………………………………………..Pag. 11
ACTINOBACILOSIS ATIPICA EN UN ENGORDE DE BOVINOS……….Pag.
13
CASO DE ACTINOBACILOSIS EN UN ESTABLECIMIENTO
EN TRES LOMAS, PROVINCIA DE BUENOS AIRES……………………….Pag.
15
CONCLUSION……………………………………………………………………….…..Pag. 19
BIBLIOGRAFIA...........................................................................Pag.
20
RESUMEN:
Es una enfermedad crónica, infectocontagiosa causada por una bacteria llamada Actinobacillus lignieresii que ataca
principalmente al ganado bovino y ocasionalmente a los ovinos, equinos,
porcinos y caninos, es una causa de enfermedad poco habitual en los pollos (Manual
Merck de veterinaria, 2007).
Es
una enfermedad de distribución mundial y de aparición esporádica, aunque cuando
hay factores predisponentes pueden aparecer brotes epidémicos. En nuestra
ganadería son pocos los datos registrados, aunque hay encuestas epidemiológicas
que en la provincia de Buenos Aires la ubican con una prevalencia del 0,5-20%
(Dubarry J. et al., 2004).
Producen
lesiones granulomatosas en la boca, mas frecuentemente en los ganglios
regionales y en la lengua.
Los
estudios de matadero sugieren que las infecciones subclínicas son frecuentes y
han permitido encontrar pequeños granulomas actinobacilares en los ganglios
linfáticos que drenan la cabeza y en cerca del 3% de las lenguas de los
animales sacrificados (Radostits O. M. et al., 2002).
La
morbilidad puede llegar al 23%.
Vulgarmente
se la denomina lengua de palo, lengua de madera o lengua leñosa.
DESARROLLO:
AGENTE ETIOLÓGICO:
El agente causal de esta enfermedad es una bacteria gram negativa del género Actinobacillus lignieresii,
perteneciente a la familia pasteurellaceae.
Son
inmóviles, anaerobios facultativos, no esporulan, algunos pueden ser capsulados.
Microscópicamente se alternan las formas bacilares con cocoides, algunos pueden
llegar a tener forma filamentosa.
Crecen
en agar Mc Conkey o agar sangre a 37° C. Tienen metabolismo fermentativo. Son
oxidasa positivo y tienen exigentes requerimientos de crecimiento.
Presenta
cápsula, LPS y enzimas proteolíticas como factores de patogenicidad.
FUENTE DE INFECCION Y TRANSMISION:
Actinobacillus
lignieresii habitualmente vive en la cavidad bucal y el rumen de los
rumiantes. Es un germen sensible a influencias ambientales ordinarias y no
sobrevive mas de cinco días en el heno o la paja. La infección de los tejidos
blandos es consecuencia de la lesión de la mucosa bucal (Radostits O. M. et
al., 2002).
La
transmisión se produce por la ingestión de alimentos contaminados por las
secreciones de animales enfermos.
La
presencia de lesiones en la mucosa oral facilita el ingreso del microorganismo.
El
material alimenticio áspero o fibroso es una de las principales causas de
lesión de la mucosa oral, facilitando la aparición oportunista del Actinobacillus.
IMPLICACIONES ZOONOTICAS:
Actinobacillus lignieresii raras
veces se asocia con una enfermedad humana, pero ha sido aislada de heridas
producidas por mordiscos de equinos o rumiantes (Radostits O. M. et al., 2002).
PATOGENIA Y LESIONES:
La infección oral por el microorganismo produce una reacción inflamatoria aguda
con la subsiguiente aparición de lesiones granulomatosas que se necrosan y
supuran, expulsando el pus hacia el exterior.
El
compromiso lingual dificulta la prehensión y la masticación de los alimentos.
Las
lesiones se ubican en los tejidos blandos, principalmente en la lengua; se
corresponden con una inflamación crónica granulomatosa, con necrosis
licuefactiva central y concreciones de color amarillo (drusas) de 1 mm de
diámetro (más pequeñas que las de la actinomicosis) (Fuente: www.fmvz.unam.mx - www.es.scribd.com).
En
la vaca, la infección se presenta sobre todo por ulceración o lesiones
penetrantes en el surco lingual, lesiones penetrantes en el vértice y
laceraciones a los lados de la lengua provocadas por los dientes.
También
pueden presentarse granulomas de actinobacilosis en sitios atípicos en las
vacas, como los ollares, los párpados o el pliegue yugular, tras la infección
de lesiones traumáticas provocadas por enganches nasales o venopunción en la
yugular. También se han registrado infecciones iatrogénicas de incisión
quirúrgica. Igualmente hay casos de infección de las mejillas con engrosamiento
facial bilateral (Radostits O. M. et al., 2002).
El
microorganismo puede causar lesiones piogranulomatosas en tejidos blandos de la
cabeza, cuello, extremidades y, ocasionalmente, en los pulmones, pleura, ubres
y tejido subcutáneo. Causa infecciones localizadas y se puede propagar a otros
tejidos a través de la vía linfática.
El
pus de los abscesos puede contener microcolonias rodeadas de espículas de
fosfato cálcico y tener la apariencia de gránulos de azufre (Manual Merck de
veterinaria, 2007).
También
pueden aparecer focos viscerales de lesiones granulomatosas, principalmente en
el tubo digestivo, cuando este está afectado se produce una interferencia en
los movimientos de la rumia y la digestión, lo q acompaña a las dificultades
para la prehensión, produciéndose una inanición parcial. Raras veces se
localiza en otros órganos.
Las
lesiones pueden representar un cultivo puro de actinibacillus lignieresii o estar acompañadas de otros gérmenes
piógenos (Radostits O. M. et al., 2002).

SIGNOS CLINICOS:
El comienzo de la enfermedad suele ser agudo, los animales afectados no pueden
comer durante 48 horas.
Se
observa salivación intensa con sialorrea y movimientos masticatorios como si
hubiera un cuerpo extraño.
Se
observa la lengua inflamada y dura con punta normal, la manipulación de esta
produce dolor y movimientos de defensa. En los lados de la lengua se puede apreciar
la presencia de nódulos y úlceras, también se pueden observar lesiones
ulcerosas en el borde anterior del dorso.
En
las últimas etapas de la inflamación aguda, esta es reemplazada por tejido
fibroso, quedando la lengua arrugada e inmóvil, provocando grandes dificultades
para la prehensión de los alimentos. La anorexia puede llegar a ser total por
esta causa.
También
se produce linfadenitis, a veces independientemente de las lesiones linguales.
Puede haber hipertrofia visible y palpable de ganglios parotideos y
submaxilares. Se forman engrosamientos locales de consistencia firme, que a
menudo se rompen y supuran un pus poco espeso e inodoro. La curación es lenta y
son frecuentes las recaídas. El engrosamiento de los ganglios retrofaringeos
interfiere en la deglución y provoca una respiración con ronquido intenso
(Radostits O. M. et al., 2002)..
Es
frecuente la aparición de tumefacciones locales duras que se abren expulsando
pus de color claro e inodoro (Fuente: www.fmvz.unam.mx).
En
bovinos, además, puede darse actinobacilosis cutánea sin compromiso lingual,
con formación de úlceras purulentas o formación de nódulos de hasta 15 cm de
diámetro.
En
ovinos no hay compromiso lingual, las lesiones son de tipo cutánea a nivel del
maxilar inferior, cara y boca, comprometiendo los labios, la nariz y hasta el
esternón (Fuente: www.es.scribd.com).
DIAGNOSTICO:
Se recoge pus, el cual por lo general contiene gránulos de azufre, los cuales
consisten, en el examen macroscópico, en rosetas en forma de maza con una masa
central formada por bacterias. Esta lesión no es patognomónica de Actinobacillus lignieresii ya que
también puede encontrarse en el exudado purulento de granulomas relacionados
con actinomices bovis, pseudomona aeruginosa y staphylococcus aureus, para confirmar la
presencia de Actinobacillus lignieresii
se aconseja realizar un frotis (Radostits O. M. et al., 2002).
Si
hay gránulos el pus se lava quedándose con los gránulos, se colocan en un
portaobjetos, se maceran y se tiñen con gram.
También
se pueden cultivar en agar Mc Conkey o agar sangre a 37° C y también en caldo
tioglicolato.
El
Actinobacillus lignieressi es no
hemolítico y lactosa positivo.
Por
lo general, a los bovinos que poseen esta enfermedad no se les realiza
necropsia. En los cortes teñidos de tejido enfermo son visibles las típicas
colonias de mazas. El cultivo de material procedente de estas lesiones suele
permitir la detección de la bacteria (Radostits O. M. et al., 2002).
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL:
El diagnóstico diferencial más importante es con actinomicosis, enfermedad que
produce osteomielitis en los huesos de la cara, especialmente a nivel de los
maxilares.
La
salivación, masticación y anorexia de la forma lingual puede parecerse a la
etapa inicial de la rabia o al cuadro de cuerpos extraños bucales.
Cuerpos
extraños en la boca, como huesos o palos atascados entre los molares pueden dar
un cuadro q a distancia tienen cierto parecido pero q la revisación del animal
permite identificarlos fácilmente.
La
tuberculosis también debe ser tenida en cuenta a la hora de realizar el
diagnóstico diferencial.
TRATAMIENTO:
Los yoduros son el tratamiento típico para esta enfermedad, por lo general, le
respuesta es inmediata y permanente. Los estudios de laboratorio sugieren q
estos fármacos tienen poco efecto bactericida frente a Actinobacillus lignieresii y que las sulfamidas son mas eficaces.
Es probable que los yoduros actúen reduciendo la intensidad de la reacción
fibrosa. Se pueden suministrar por vía oral o intravenosa.
El
yoduro de potasio por vía oral se administra a razón de 6-10 g/día durante 7-10
días, en solución, representa para el ganado vacuno un tratamiento de larga
duración, pero eficaz, y debe continuarse hasta que aparezcan signos de
intoxicación (yodismo), caracterizado por lagrimeo, anorexia, tos, secreción
nasal seromucosa y piel con escamas similares a la caspa.
El
yoduro de sodio puede ser administrado por vía intravenosa en solución al 10%
en una sola dosis. Por lo general basta con una sola tanda de yoduro de potasio
o una sola inyección de yoduro de sodio para las lesiones de los tejidos
blandos, ya q los signos agudos de actinobacilosis desaparecen a las 24 – 48
horas del tratamiento, En el caso de las lesiones óseas se precisa por lo menos
una tanda mas, pero preferentemente con un intervalo de 10 a 14 días.
Algunos
animales presentan trastornos generales, con inquietud, disnea, taquicardia y
tambaleos durante el tratamiento con yoduro de sodio. En los tratamientos con
yuduro de sodio en vacas con una preñez avanzada pueden producirse abortos
(aunque esto es poco frecuente, debe advertirse al productor sobre esta
posibilidad).
Las
inyecciones subcutáneas de yoduro de sodio ocasionan una intensa irritación y
una hinchazón local inmediata; la irritación desaparece al cabo de unas horas,
pero la hinchazón permanece durante varios días.
El
tratamiento de los granulomas se hace por debridamiento y enucleación,
acompañada de terápia con yoduros.
En
cuanto a los antibióticos, el Actinobacillus
lignieresii es sensible a estreptomicina, tetraciclinas, tilmicosín y
eritromicina. También se utilizan ampliamente las sulfamidas, penicilinas y
otros antibióticos de amplio espectro (Radostits O. M. et al., 2002).
Las
sulfamidas sulfapiridinas y sulfatiazol proporcionan curaciones rápidas.
El
debridamiento quirúrgico también puede ser útil como tratamiento (Manual Merck
de veterinaria, 2007).


Cabe
destacar que tanto la enfermedad como el tratamiento son dolorosos y
estresantes para el animal, por lo que se debe practicar un buen manejo.
CONTROL:
La mejor manera de limitar la diseminación de la enfermedad consiste en un
tratamiento rápido de los animales infectados y en evitar la contaminación de
los pastos y los lugares donde habitan los animales.
·
Examinar de inmediato
a los animales con problemas bucales.
·
Aislar a los
animales enfermos para su tratamiento.
·
Identificar
factores predisponentes.
·
No intentar
tratamientos en lesiones osificadas.
·
El desecho es la
mejor alternativa.

¿QUE
SITUACIONES FAVORECEN LA APARICION DE ACTINOBACILOSIS?
Las secreciones con
la bacteria son la principal fuente de transmisión de la enfermedad,
contaminando pasturas y otras fuentes de alimentos como comederos, bebederos y
saleros. En este sentido, los casos de actinobacilosis suelen estar asociados
al pastoreo de rastrojos como los de arroz o sorgo, campos con pastos duros así
como el consumo de alimentos muy fibrosos, los q suelen producir lesiones en la
boca (Fuente: producción-animal.com.ar).
Se han registrado brotes
en novillos alimentados con heno muy seco, grueso y con troncos. En las
regiones con deficiencia de cobre, en el ganado bovino se observa una mayor
prevalencia (Radostits O. M. et al., 2002).
Cabe destacar que
esta enfermedad afecta principalmente a animales jóvenes, debido a que la muda
de dientes es un factor de riesgo importante y opera como una puerta de entrada
para el microorganismo (Fuente: producción-animal.com.ar).
¿Qué
hacemos cuando aparece un animal con la sintomatología de la enfermedad?
A pesar de q algunos
casos son de relativo fácil diagnóstico, es importante consultar con un
veterinario, de manera q se puedan detectar los animales en las etapas
tempranas de la infección, buscando con esto dos objetivos principales: Por un
lado establecer cuanto antes un tratamiento para los animales afectados y por
otro, aislar lo más posible a los enfermos, como forma de minimizar la
contaminación ambiental y evitar la infección del resto del lote.
La afectación
exclusiva de los ganglios linfáticos en la forma ganglionar, puede necesitar un
examen más profundo del caso y descartar otras enfermedades como por ejemplo
tuberculosis (Fuente: producción-animal.com.ar).

ACTINOMICOSIS
Y ACTINOBACILOSIS: UNA CAUSA FRECUENTE DE LESIONES GRANULOMATOSAS EN EL GANADO
BOVINO DEL DEPARTAMENTO MARACÓ, PROVINCIA DE LA PAMPA, REPÚBLICA ARGENTINA.
En un trabajo
desarrollado en el departamento Maracó, en la provincia de La Pampa, República
Argentina, para comprobar la correlación entre los diagnósticos microscópico y
macroscópico de la tuberculosis bovina, se observó que una importante cantidad
(30,2 %) de las alteraciones granulomatosas diagnosticadas macroscópicamente
como tuberculosis resultaron negativas en la histopatología. El trabajo se
realizó para establecer a que entidades nosológicas correspondían estas
alteraciones. El 46,66% de estos casos correspondieron a
actinobacilosis/actinomicosis. El resto (53,44 %) eran lesiones no compatibles
con las enfermedades mencionadas. Estos hallazgos demostraron la importancia de
la actinomicosis/actinobacilosis como enfermedad endémica de la zona estudiada.
La actinomicosis y
actinobacilosis son enfermedades que cursan con lesiones macroscópicas
similares a las de la tuberculosis. Su distribución es mundial y aunque en nuestra
ganadería son pocos los datos registrados, hay encuestas epidemiológicas que en
la provincia de Buenos Aires, República Argentina, las ubican con una
prevalencia de 0,3-12,3 % y 0,5-20 % respectivamente.
MATERIALES
Y METODOS: Se trabajó con muestras de lesiones en órganos de
animales faenados en frigorífico, decomisados con diagnóstico macroscópico de
tuberculosis, fijadas en formol bufferado al 10%, a las que se incluyó en
parafina y se las coloreó con la técnica de hematoxilina y eosina. Se realizó
el diagnóstico histopatológico a las muestras negativas a tuberculosis.
RESULTADOS: El 30,2% del total de
muestras procesadas no poseían la morfología histológica del granuloma
tuberculoso, objeto de estudio del trabajo anterior donde se trataba de establecer
la correlación entre los diagnósticos macroscópico y microscópico de los
decomisos por tuberculosis en frigorífico. En el presente trabajo se estableció
a que patologías correspondían y sus porcentajes. Los valores hallados fueron
los siguientes: Actinobacilosis o actinomicosis: 14,09%, quistes hidatídicos
contaminados: 10,74%, adenomas hepáticos: 1,34% y abscesos inespecíficos: 4,03%.
CONCLUSIONES: Como resultado de
este trabajo se determinó que las enfermedades similares a la tuberculosis bovina
en cuanto a la morfología macroscópica y en relación al total de lesiones no
tuberculosas fueron actinomicosis/actinobacilosis, hidatidosis, adenoma
hepático y abscesos inespecíficos.
Estos hallazgos ponen
de manifiesto la importancia de la actinomicosis/actinobacilosis como
enfermedad endémica de la zona estudiada, ya que se demostró que es la segunda
causa de enfermedad granulomatosa en el ganado bovino.
También se desprende
de los estudios realizados que pueden presentarse los granulomas por actinomicosis/actinobacilosis
sin las lesiones fistulizadas típicas, lo que lleva a no poder diferenciarlos
de la tuberculosis cuando se realiza un examen rápido de las alteraciones
observadas en un cadáver. Esta problemática se acentúa considerando que las
lesiones encontradas se ubican en ganglio y en pulmón. (Dubarry J. et al.,
2004). (Fuente: www.prodoccion-animal.com.ar).

ACTINOBACILOSIS
ATIPICA EN UN ENGORDE DE BOVINOS: Aunque la
actinobacilosis en el ganado vacuno es más conocida como una enfermedad de la
lengua, puede ocurrir en otros órganos como la piel y los pulmones.
El objetivo de este
trabajo es describir un caso de actinobacilosis atípica en un engorde de
bovinos. El mismo se originó en un lote de 850 animales de razas británicas
puras y cruzas de entre 220 y 300 Kg de peso vivo, alimentados con pasturas por
el día y encerrados a la noche para suplementarlos con maíz. El establecimiento
está ubicado en la localidad de Buchardo, Provincia de Córdoba.

En el año anterior
hubo dos animales con lesiones similares a las descriptas en este reporte, pero
el diagnóstico no fue confirmado.
Se examinaron
clínicamente seis animales en los que se observaron lesiones en piel y tejido
subcutáneo de los miembros anteriores y posteriores, ganglios linfáticos
preescapulares e inguinales superficiales y en la piel de la región escrotal.
Las lesiones consistían en múltiples nódulos firmes de 0,5 a 10 cm
aproximadamente, desplazables al tacto; los mas superficiales fistulizaban
hacia el exterior eliminando un contenido de aspecto purulento con pequeños
gránulos de aproximadamente 1 mm de color verde amarillento. Otros presentaban
un recubrimiento costroso con pérdida de la sensibilidad y sangrantes al tacto.
Los miembros afectados tenían un aumento exagerado de tamaño de las partes
distales. Ninguno de los seis animales examinados tenía lesiones en la cabeza.
Se realizó la
necropsia de un animal macho, Aberdeen angus, de aproximadamente 18 meses de
edad, que tenía lesiones en un miembro anterior y el ganglio preescapular
fistulizado. Los principales hallazgos macroscópicos consistieron en lesiones
piogranulomatosas de la cadena ganglionar a lo largo de todo el miembro. Las
lesiones estaban rodeadas por fibrosis. El ganglio preescapular estaba
aumentado de tamaño, con necrosis e inflamación piogranulomatosa. En ambos
pulmones se encontraron múltiples focos granulomatosos de 0,5 a 1 cm de
diámetro. Los cortes histopatológicos de piel, ganglios linfáticos y pulmón,
demostraron la presencia de numerosos focos de necrosis licuefactiva con drusas
bacterianas en su interior, rodeados por una reacción celular mixta compuesta
por macrófagos, linfocitos, células plasmáticas y neutrófilos.
Se realizaron
cultivos aeróbicos y microaerófilos en agar sangre de lesiones de ganglios
linfáticos, pulmón y piel, aislando Actinobacillus
lignieresii de piel y pulmón, también se identificó staphylococcus sp.
A los restantes cinco
animales afectados se le realizaron dos tratamientos separados de 15 días con
yoduro de sodio endovenoso y estreptomicina sulfato intramuscular que llevaron
a la resolución del cuadro clínico.
Los hallazgos
clínicos, anatomopatológicos y bacteriológicos indicaron un cuadro de
linfadenitis producido por Actinobacillus
lignieresii. Debido a que el Actinobacillus
lignieresii necesita una lesión que le facilite el ingreso, es importante
eliminar todo lo que pueda provocar lesiones de continuidad.
En la recorrida por
el corral se observaron salientes en los hierros que sostenían los rollos de
heno, palos enterrados que sobresalían aproximadamente 50 cm., alambres de
púas, nudos de alambre con salientes y excesiva cantidad de animales en el
mismo.
En este caso es
importante destacar que los animales afectados solo presentaban lesiones en
lugares poco frecuentes, sin estar involucradas áreas de la cabeza, que es
donde comúnmente se ubican, complicando así su diagnóstico (Magnano G.G. et al,
www.produccion-animal.com.ar).
CASO
DE ACTINOBACILOSIS DETECTADO EN UN ESTABLECIMIENTO EN TRES LOMAS, PROVINCIA DE
BUENOS AIRES
El caso de
actinobacilosis fue detectado el día 18 de Septiembre de 2013 en un
establecimiento ubicado a unos 20 Km. de la localidad de Tres Lomas, en el
oeste de la Provincia de Buenos Aires.
El animal afectado es
un novillo de poco menos de dos años de edad engordado a campo, el cual, además
del verdeo, es alimentado con silo y rollo; es el único animal afectado en el
establecimiento. Un dato a tener en cuenta es que el animal está cambiando los
dientes, lo que hace sospechar que pudo haber sido esa la vía de entrada de la
bacteria, otra hipótesis es que se le haya producido una herida al comer, ya que al estar a campo puede haber
pasturas u otros objetos que le pueden producir una herida en la boca.
Las instalaciones del
establecimiento son buenas y el manejo que se practica en el es correcto.
Como tratamiento se
le suministró yoduro de sodio endovenoso al 60% y dos dosis de estreptomicina
intramuscular, siendo además apartado el animal del resto de la tropa (M.V.
Horacio Ariel Ruffinatti, Tres Lomas).







CONCLUSION: Luego de
realizar este trabajo, se puede arribar a la conclusión de que si bien la
actinobacilosis bovina es una enfermedad no muy frecuente, con una morbilidad
relativamente baja y una mortalidad prácticamente nula, puede ocasionar
problemas por ser una enfermedad infecciosa que puede diseminarse entre
animales expuestos a factores predisponentes, causando problemas de sanidad y
también problemas económicos que pueden llegar a ser importantes si no se toman
medidas a tiempo.
Para no tener
problemas con esta enfermedad, al igual que con las demás enfermedades de los
bovinos, es fundamental practicar un buen manejo, erradicando los factores de
riesgo y tratando a tiempo a los animales enfermos.
BIBLIOGRAFIA:
-
Alejandro
Saravia. “Lengua de palo en vacunos”. Sitio argentino de producción animal. http://www.produccion-animal.com.ar/sanidad_intoxicaciones_metabolicos/infecciosas/bovinos_en_general/110-lengua_palo.pdf
-
Dubarry, J.; Alvarez, A. R.; Errea, A.;
María, A.; Vera, O.; Vespoli Pucheu, V.; Galeano, M. F..Actinomicosis y
actinobacilosis: Una causa frecuente de lesiones granulomatosas en los bovinos
del departamento Maracó de la provincia de La Pampa, República Argentina. http://www.produccion-animal.com.ar/sanidad_intoxicaciones_metabolicos/infecciosas/bovinos_en_general/18-Actinomicosis_y_Actinobacilosis.pdf.
Año 2004.
-
Guillermo Quinteros Cornejo. Libro de
enfermedades infecciosas en veterinaria. Actinobacilosis, Lengua de palo. http://es.scribd.com/doc/20575568/55/ACTINOBACILOSIS-LENGUA-DE-PALO.
-
Magnano G.G.; Caminos J.M.; Costamagna F.;
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Actinobacilosis en un engorde de bovinos. Sitio Argentino de producción animal.
http://www.produccion-animal.com.ar/sanidad_intoxicaciones_metabolicos/infecciosas/bovinos_invernada_en_general/02-actinobacilosis.pdf.
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Manual Merck de veterinaria. Volumen I. Sexta
edición. Océano/Centrum. 2007.
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Otto M. Radostits, Clive C. gay,
Douglas C. Blood, Kenneth W. Hinchcliff. Tratado de las enfermedades del
ganado bovino, ovino, porcino, caprino y equino. Vol. I. Novena edición. Mc
Graw-Hill. Interamericana. 2002.
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Ramón
Gasque Gómez. Enciclopedia Bovina. Facultad de medicina veterinaria y zootecnia –
UNAM. Actinobacilosis. http://www.fmvz.unam.mx/fmvz/e_bovina/04Actinobacilosis.pdf.
Año 2008.
-
Ruffinatti,
Horacio Ariel. Médico veterinario. Tres Lomas, Provincia de Buenos Aires.
Muchas gracias, excelente informacion.
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