viernes, 31 de octubre de 2014

CAÑETE, Sergio Andres - COMO AFECTA EL “BARRO” AL GANADO LECHERO

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PAMPA

FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS


COMO AFECTA EL “BARRO” AL GANADO LECHERO





CATEDRA: Clínica de Animales de Interés Zootécnico


PROFESOR: Jorge Merlassino


TRABAJO  presentado por el alumno Sergio Cañete para regularizar la cursada de la Materia.





Como afecta el “barro” al ganado lechero.


Introducción

En el presente trabajo como objetivo se pretende  evaluar dentro de las variaciones climáticas, sobre como afecta “el barro” en la lechería, es decir, cuales son las consecuencias que genera la presencia de este y como debemos plantear medidas de  prevención con el objetivo de que no sea perjudica la producción láctea.
La acumulación de aguas de lluvia genera la presencia de barro y encharcamientos de los suelos, perjudicando de manera directa el bienestar animal, su producción y la sanidad del rodeo lechero.

Resumen
Desarrollo informativo enfocado a los  productores lecheros de como son afectados por la presencia de barro, tratando de que “se habrá el paraguas antes de que llueva”, es decir evitar  mayores problemas que se pueden presentar cuando las lluvias se adueñan de nuestros campos.
Dentro de las variaciones climáticas, el exceso de agua debido al aumento de las precipitaciones en determinadas épocas del año es uno de los factores que repercuten directamente sobre el productor lechero.
No solo generan estrés en el animal perjudicando su producción y su sanidad, sino que también afecta al equipo de trabajo vinculado con la empresa tambera, inconvenientes en la infraestructura, en el consumo de alimentos, los lugares de estadía, baja en la calidad de los forrajes, etc.


Problemas que se presentan:

Enfermedades infecciosas

Uno de los grandes problemas que se generan es la presentación de mastitis, siendo esta una infección de la glándula mamaria causada por diversos patógenos, dentro de los cuales son favorecidos por la presencia del barro los denominados “patógenos ambientales” conformados principalmente por “streptococcus uberis y pseudomona aeruginosa”. Estos se encuentran ampliamente distribuidos en los lugares donde habitan los animales, favorecidos por la presencia de barro y materia orgánica (materia fecal , restos de silaje, granos húmedos, etc.) .Este tipo de infecciones ocurre generalmente entre los ordeñes y en un periodo denominado vaca en transición (tres semanas antes del parto a 4 semanas post-parto) siendo muy difícil de controlar a través de la antibiótico terapia, siendo mas importantes las medidas higiénicas pre- e intra ordeñe, así como la desinfección del pezón .
 Cuando la vaca viene del campo a la sala de ordeño antes de ser ordeñada la ubre presenta un alto grado de contaminación proveniente del ambiente donde se encuentra entre los periodos de ordeñe, como praderas, corrales con barro, etc. La bosta, orina, barro, alimentos y agua al tomar contacto con la superficie de la ubre transfieren un gran número de gérmenes ambientales que luego el animal lleva al tambo causando graves trastornos no solo en la contaminación de la leche cruda si no también generando distintas patologías principalmente las mencionadas anteriormente “mastitis ambientales”.
Al llegar la ubre contaminada, si no se realiza una buena preparación de esta, estos gérmenes van a ingresar por el cuello de la pezonera y serán succionados por el vació de la ordenadora mezclándose con la leche contaminándola y elevando el numero de unidades formadoras de colonias.
En el momento en que el pezón se esta ordeñando esta sometido a una gran succión lo cual dilata el esfínter y deja de esta manera una gran puerta de entrada de gérmenes causando distintos grados de mastitis ambientales, deteriorando el parénquima secretor de la glándula mamaria, disminuyendo la producción de leche y aumentando el valor de su conteo de células somáticas como consecuencia directa de la respuesta inmunológica del animal a la infección bacteriana.
La principal vía de ingreso de gérmenes al interior de la ubre es el esfínter del pezón abierto en el momento de ordeño, por lo cual debemos lograr un pezón con la menor contaminación posible para minimizar el riesgo de contagio.
Se debe realizar una correcta rutina de ordeño y preparación de la ubre con el objetivo de lograr maximizar los resultados de calidad.

La calidad de este producto no solo es la primera condición para poder venderla o una  limitante en la comercialización, sí no que también es el componente más importante del precio que va a impactar en el monto de la liquidación final del productor, por eso de allí su importancia.

Queda demostrado que la presencia de mastitis no es beneficioso en absoluto, por lo tanto un manejo adecuado de las vacas y la implementación de programas de control  podrían disminuir la frecuencia, aumentando la producción y la calidad.
Se debe lograr obtener un pezón limpio de impurezas, desinfectado de gérmenes y sin agua en su superficie. El lavado de los pezones con agua es el método de uso mas frecuente, pero se corren riesgos, ya que el agua es la principal vía de transporte de gérmenes, por lo tanto si la vaca viene con mucho barro, el agua del lavado  disuelve la suciedad trasportándola al interior de la pezonera y contaminando la leche y la punta del pezón. Un método bien adecuado es el  “Método de la toalla húmeda” que consiste en preparar una solución en agua de un producto que tiene como principios activos un detergente no iónico, un bactericida y emolientes. Ninguno de estos componentes deja residuos en la leche.
Se utiliza una toalla por vaca en ordeño, las cuales van sumergidas en la solución mencionada. De esta manera se procede a realizar una limpieza y desinfección de la ubre, para lograr un correcta rutina de ordeñe sin correr riesgos de infección.

  


La presencia de lesiones pódales (enfermedades del pie) es otro problema que se presenta, causando trastornos en la salud, bienestar y producción de la vaca lechera. Por lo general estas lesiones son muy dolorosas, afectan la locomoción, el animal evita echarse o levantarse, se aíslan, son los últimos en llegar a la pastura y pierden su rango social en el rodeo. Esto se genera a partir de que los corrales de espera y sala de ordeñe no estén en las mejores condiciones, con exceso de barro y estiércol alojando diversos patógenos causantes de Flemón interdigital, dermatitis digital entre otras.
La dermatitis interdigital es una enfermedad infecciosa bacteriana transmitida de vaca a vaca causada por treponema spp, en la cual se producen ulceras que provocan una hinchazón de la pezuña y agrandamiento del hueso podal, que llevan a poner en compromiso la recuperación del animal.
Dentro de las lesiones pódales otra enfermedad que se presenta con gran frecuencia en los rodeos tamberos es el “pietín”  siendo el microorganismo principal causante de esta patología el Espherosforus-necroforus que asociado a otros patógenos, ataca la piel del casco (preferentemente los talones y espacio interdigital), aun sin existir lesiones traumáticas previas. Es común también encontrar el ataque en lugares con lesiones previas alrededor de la corona (unión del casco con la piel) producidas por el pisoteo durante los encierres en los corrales de ordeñe. El  problema se agrava en el tambo cualquiera sea el motivo que lleve a aglomerar animales, ya que a mayor cantidad de barro, bosta, orín, conducirán a un mayor problema.
 Como consecuencia de todo esto un vacuno rengo pierde sensiblemente peso, debido a que no puede deambular, se alimenta defectuosamente y mas grave aun no se reproducen, entrando las hembras en anestro y dolor en los machos que aun llegando a montar no eyaculan. Las madres lecheras disminuyen considerablemente su producción láctea.

Los signos característicos de la dermatitis interdigital son, una lesión húmeda, puntillado hemorrágico con aspecto de frutilla, y un fuerte olor fétido característico. Todos estos signos conllevan a diversas lesiones en el corion (tejido vascular que rodea a la pezuña) quien es el encargado de nutrir y remodelar el hueso podal. Comos  consecuencia de esto, el animal sufre cambios óseos dentro de la pezuña que una vez establecidos son muy difíciles de reparar, por lo tanto la prevención en estos casos es fundamental.
Lo aconsejable es lograr un ambiente limpio de la pezuña, para prevenir el alojamiento de la infección. El uso de pediluvios dos veces por día todos los días es una herramienta eficaz  para el cuidado y prevención de las vacas. Lo ideal es que sea cómodo con un piso antideslizante y suave, controlando de mantener limpia la solución, usando aproximadamente un litro por animal.
Siguiendo con lesiones infecciosas, la manera de proceder al tratamiento de Pietin como regla básica de toda herida, hay que limpiar y desinfectar, drenar y aislar.
Hay que  tener en cuenta que al ser una herida de origen bacteriano, esta se inflama y se hincha, por lo q puede llevar al desprendimiento de tejidos.
Comenzar limpiando bien la zona afectada con cepillo, abundante agua y desinfectar es primordial, para luego cortar con una gubia la parte del casco q pueda estar desprendida, de manera de dejar la parte del casco contra la piel, de menor grosor, permitiendo que aumente la flexibilidad del mismo contra el tejido blando, y así facilitar la cicatrización.
Aislar es otro punto importante en el tratamiento de estas heridas, para ello desinfectar nuevamente (yodo por ejemplo), poner  sobre la herida una buena capa de sulfato de cobre molido y luego cubrir con gasas y algodón.
Por ultimo envolver circularmente el miembro con algodón y vendas lo mas fuerte posible (para evitar la entrada de orín o materia fecal) y envolver la venda con cinta adhesiva.
Queda de esta forma la parte afectada aislada, pudiendo drenar hacia el algodón, mientras que el sulfato limpia, desinfecta y destruye el tejido necrosado.
Los cambios de vendaje deben ser cada 7 días, siendo por lo general dos hasta la curación.








Enfermedades parasitarias
Las enfermedades parasitarias también se hacen presentes favorecidas por las inundaciones, ya que hay un mayor número de larvas por unidad de superficie.
Una de las causas que provocan mayor mortandad y limitan el crecimiento y desarrollo de terneros en la etapa de crianza, una vez producido el desleche, es la parasitosis, especialmente la gastrointestinal, que se da con mayor frecuencia en el periodo otoño-invierno.
La intensidad de este fenómeno esta dado por el manejo que se le da al rodeo lechero, a las pasturas, y a las condiciones climáticas del año.
La baja disponibilidad y/o calidad de las pasturas, asociada con áreas fijas de crianza, incrementan la infestacion de los terneros. Al disminuir la calidad de las pasturas y esto al no ser compensado con otros alimentos, puede provocar una baja en las defensas de los animales, haciendo a los terneros más sensibles a la parasitacion.
Por otro lado la temperatura y humedad ambiente extremas, crean condiciones que anulan o retardan la eclosión de huevos y evolución de los estados larvales, por lo tanto los periodos con mayores precipitaciones contribuyen a aumentar la carga parasitaria de los campos.
Los efectos de las parasitosis, al actuar sobre el tracto gastrointestinal puede provocar anemia, perdida de proteínas plasmaticas por el tubo digestivo, perdida de inmunoglobulinas, caida en el consumo, caida en la absorción de nutrientes. Respecto del calcio y del fósforo, disminuye su retención en el tracto digestivo y su posterior deposición en el esqueleto, provocándose de esta manera un retraso en el crecimiento.

En el manejo de rodeo y pasturas, y en el evitar las áreas fijas de crianza esta la mejor metodología para el control de parásitos en terneros. De no ser posible esto, es recomendable en forma económica y productiva la desparacitacion periódica, con la conveniencia de iniciar el control lo mas temprano posible (para promover la ganancia de peso) y prolongarlo hasta que la edad y el plano nutricional permitan que la inmunidad del animal ejerza control sobre los parásitos (13-14 meses).
En animales parasitados, que inician el tratamiento, es recomendable que consuman alimentos totalmente libre de parásitos, hasta que recompongan sus tejidos lesionados y pudiendo esperarse de esta forma un aumento compensatorio de peso.


Alteración de los suelos
Las inundaciones por excesivas lluvias también traerán aparejadas consecuencias sobre los suelos. La incorporación de sales arrastradas por los cursos del agua, el ascenso de las napas y los efectos de compactacion tanto en superficie como  profundidad, serán responsables de perdidas en la producción. Además hay otras consecuencias q perjudican los resultados productivos, como la perdida de nutrientes o su desbalance entre los mismos cultivos debido a los traslados hacia mayores profundidades, quedando de esta manera fuera del alcancé de las raíces.
Estos fenómenos afectaran la estructura del suelo, aumentando las compactaciones, limitando de forma importante la exploración por parte de las raíces, imposibilitando la búsqueda de nutrientes y agua.
Una buena manera de enfrentar este problema, es realizando un análisis completo del suelo de todos lotes del campo. A través del mismo se podrá establecer que zonas se encuentran en desbalance de nutrientes y cationes, que luego deben ser incorporados para que no decaigan los niveles productivos.
Lograr un equilibrio de los suelos con la adición de estos compuestos permitirá a los productores y al país una evolución para regeneran parcialmente su capacidad productiva a niveles económicos en menos de un año, la que, librada a la acción del curso del tiempo, demandaría varios mas.

Disminución de la calidad y cantidad de las pasturas

Los problemas de las pasturas dependerán tanto del tipo de esta que se trate, así como también de la velocidad con que pueda ser la evacuación del exceso de agua.
En campos con inundaciones por lo general necesariamente deben  someter a los animales a una alta presión de pastoreo, es decir, habrá una mayor cantidad de animales en una menor superficie de pastoreo.
Las pasturas perennes, dominadas por especies “rusticas” como agropiró alargado o festuca alta, es de esperar que no sufran efectos negativos marcado por la inundación. En cambio si las aguas alcanzan zonas de terrenos más altos, donde generalmente se implantan especies que requieren suelos más profundos, (por ejem: pasto ovillo, cebadilla, alfalfa, etc.) es probable que ocurran perdidas importantes en la calidad de las plantas y por lo tanto las pasturas sufrirán un deterioro difícilmente reversible a través del manejo.
Los mismos daños van a producirse en zonas que no estén tan afectadas por la inundación, pero esto es debido a la carga que estas zonas deben soportar.
En lo que se refiere a pastizales naturales, estos constituyen un recurso dominado por especies forrajeras mejor adaptadas para sobrevivir frente a condiciones de anegamiento. Por tal razón, existen menos probabilidades que se deterioren ante esta contingencia.
En determinado casos, es posible que mejoren su aptitud forrajera, ya que periodos largos de inundación contribuyen a una disminución en la cantidad de las malezas.





Conclusión:

En conclusión, nadie esta a salvo de las inclemencias climáticas, ni mucho menos de los grandes impactos que generan a nivel productivo en general en la empresa tambera, actuando directamente sobre todas sus factores importantes en la producción. Por eso promover estrategias de prevención cuando los problemas aun no están presentes, y brindar soluciones rápidamente cuando ya se han instalado, de manera de no empeorar la situación, son de vital importancia en los rodeos lecheros.




Bibliografía:


  • Revistas INORTAMBO la revista del sector lechero
  • Revistas PRODUCIR XXI

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