sábado, 8 de septiembre de 2012

Alberto BOREL OSTEOARTRITIS O ENFERMEDAD DEGENERATIVA ARTICULAR (2011)



OSTEOARTRITIS O ENFERMEDAD DEGENERATIVA ARTICULAR


Trabajo de investigación

Cátedra: Clínica de animales de interés zootécnico

Profesor: Jorge Merlassino

Autor: Alberto Borel
2011
INTRODUCCION



La osteoartritis o enfermedad degenerativa es la patología articular más frecuente en el caballo. Este trastorno es un proceso crónico caracterizado por el deterioro progresivo del cartílago, acompañado por cambios en las demás estructuras articulares, tejidos blandos y hueso subcondral. La esclerosis ósea subcondral y la formación de osteofitos marginales son rasgos frecuentes de la enfermedad. La sinovitis también es un rasgo típico de la osteoartritis. Suele presentarse impotencia funcional y dolor debido a su componente inflamatorio.
Para entender la enfermedad, es necesario conocer primero como son las funciones articulares normales.
Los huesos de una articulación sana están estrechamente unidos, con los extremos de las superficies cubiertos con un espeso material amortiguante llamado cartílago. El cartílago no solo protege los extremos de los huesos de posibles lesiones, sino también absorbe el peso del caballo, actuando como un amortiguador cuando el casco pega en el suelo.
La articulación está rodeada de dos estructuras: la capsula fibrosa exterior y la membrana sinovial interna.
Los fuertes ligamentos colaterales rodean y conectan los extremos de los huesos, mientras proporcionan estabilidad y protección a la articulación. La cavidad articular contiene un fluido espeso, amarillento y viscoso que lubrica la articulación. Este líquido vital se denomina fluido sinovial. Un liquido sinovial sano es fundamental para lubricar el tejido suave de la articulación, nutrir y llevar las toxinas fuera del cartílago. Si existe una lesión en el cartílago y el líquido sinovial no está en condiciones, el mismo no se recuperara correctamente.
El fluido sinovial está formado por moléculas de gran tamaño, envueltas en acido hialuronico (HA) que conforman una fuerte barrera impenetrable a células inflamatorias que intenten introducirse en la articulación. Por lo tanto, la buena condición del acido hialuronico es importante para la salud de la articulación.
Las causas de esta patología pueden ser variadas; enfermedades sistémicas, fallas nutricionales, fallas genéticas, actualmente se considera que la más generalizada es el trauma en las articulaciones sometidas a una alta movilidad.
La osteoartritis se puede clasificar como primaria, la cual es rara y se define como un trastorno inherente a la articulación, sin una causa identificada.
La osteoartritis secundaria es muy frecuente y en el caballo suele estar asociada con traumas, sobreuso e inestabilidad de la articulación, también puede resultar por infección articular, osteocondrosis o fracturas intraarticulares.
La presencia de los signos clínicos de la osteoartritis y el deterioro del cartílago articular se pueden explicar, desde el punto de vista bioquímico, por la presencia exagerada de citocinas catabólicas (especialmente interleucina-1(IL-1), en el espacio articular que incita la producción secundaria de enzimas proteolíticas (metaloproteinasas de matriz (MMPs), eicosanoides (prostaglandina E2 (PGE2),  leucotrieno B4 (LTB4)) y radicales libres (oxido nítrico (NO)).
El tratamiento convencional de esta patología básicamente ha sido enfocado hacia la neutralización de la cascada de eicosanoides, ya sea por el bloqueo de las ciclooxigenasas (COXs) o de la fosfolipasa A2. También se han propuesto nuevos esquemas terapéuticos con el objetivo de aliviar los signos clínicos asociados con el problema, y también retardar el proceso de destrucción del cartílago articular.
Es necesario conocer la etiopatogenesis de la enfermedad para entender los posibles lugares donde pueden actuar los fármacos comúnmente empleados en el tratamiento de la osteoartritis del caballo.

ANATOMIA

 La articulación sinovial se compone de:
1.     Tejidos blandos (membrana sinovial, cápsula, meniscos, ligamentos colaterales o cruzados, y tendones)
2.     Tejidos duros (cartílago y placa ósea subcondral)
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A continuación se describe brevemente como son afectados los diferentes tejidos articulares:


Tejidos blandos: La membrana sinovial, abundantemente irrigada por vasos sanguíneos, se compone básicamente de una delgada membrana de sinoviocitos, tejido conectivo y hialuronato sódico, contribuyendo éste a la regulación de la composición físico-química del líquido sinovial. Generalmente es la responsable del inicio de la cascada de inflamación, con la disminución o pérdida de sus múltiples funciones en la homeostasis articular.

La capsulitis también contribuye a la liberación de mediadores de la inflamación en el líquido sinovial. No tratada correctamente, la progresión de la afección lleva a la formación de tejido cicatrizal, pudiendo reducirse la movilidad articular y alterarse la estabilización articular. La ruptura fibrilar ligamentosa puede llevar tanto a una inflamación local, como a una desestabilización articular, con el consiguiente incremento de presión mecánica focal en el cartílago articular.

Tejidos duros: La matriz del cartílago hialino se compone básicamente de un entramado de fibras de colágeno tipo II, entre el cual se encuentran moléculas de hialuronato sódico y de proteoglicanos. Las patologías articulares van asociadas a una pérdida de hialuronatos y proteoglicanos. La deficiente capacidad autoregenerativa del cartílago se caracteriza porque las fibras de colágeno de tipo II no se renuevan, reemplazándose por fibras de colágeno de tipo I, típicas de tejido fibroso. Esto se asocia a una pérdida de las características morfológicas y funcionales del cartílago articular.



















Mecanismos patogénicos que han sido
implicados como posibles causas de OA:

Sobrecarga (estrés mecánico) del hueso
Subcondral

La esclerosis subcondral es un hallazgo marcado en las articulaciones sometidas a alto impacto (nudos, carpos) en equinos deportivos.
La sobrecarga articular, especialmente del hueso subcondral, produce microtraumatismo, remodelación, endurecimiento y desplazamiento de la línea de unión osteocondral. Este cambio hace que el cartílago articular tenga un menor grado de elasticidad y disipación de energía durante la locomoción intensa. Un nivel de ejercicio exagerado no permite el reposo y adecuada reparación del tejido articular lesionado.
El resultado final es la lesión mecánica de los condrocitos y su matriz extracelular (ECM).

Sinovitis-capsulitis

La sinovitis aparece como consecuencia de traumatismo, sobrecarga articular o después de la aplicación intra-articular de fármacos (ej.: acetato de metilprednisolona).
La membrana sinovial es una fuente de numerosas moléculas que pueden incitar y perpetuar el deterioro articular, si las causas primarias del problema no son controladas.
La membrana sinovial no ofrece protección mecánica sobre la articulación.
La inflamación o trauma de la capsula adyacente pueden generar inestabilidad articular, perpetuar la sinovitis y terminar en Osteoartritis.







Inestabilidad articular

Las principales causas de inestabilidad articular son las lesiones de los ligamentos, capsula, músculos y tendones que aportan soporte mecánico a la articulación.
Normalmente, las articulaciones poseen presión subatmosferica.
Sin embargo, la sinovitis intensa puede generar gran cantidad de líquido sinovial y desencadenar incongruencia e inestabilidad articular generando daño mecánico directo del cartílago articular y sobrecarga anómala sobre algunas regiones del hueso subcondral.



Apoptosis aberrante de condrocitos

Las citocinas catabólicas (ej.: (IL-1) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) y el óxido nítrico pueden inducir apoptosis de condrocitos in vitro.
Los caballos con Osteoartritis presentan una correlación  positiva entre deterioro del cartílago articular, apoptosis de condrocitos y alta inmunoreactividad a la nitrotirosina, molécula asociada con la producción de óxido nítrico celular.










FISIOPATOLOGIA DE LA OSTEOARTRITIS

La Osteoartritis se produce por un desequilibrio entre péptidos que estimulan la producción y remodelación de los componentes de la matriz extracelular del cartílago articular.
La salud de la articulación depende, entre otras cosas, de la expresión adecuada de varios factores de crecimiento (GFs), citocinas y enzimas remodeladoras de la matriz. Cuando este delicado equilibrio se rompe aparece la enfermedad y se evidencian cambios degenerativos en la articulación.
En la Osteoartritis se desarrolla una compleja trama de mecanismos moleculares que se superponen unos con otros. En general estos fenómenos están asociados con una respuesta reparadora insuficiente del complejo articular.
Existen dos procesos que componen la fisiopatología de la enfermedad: catabólico y anabólico.


Proceso catabólico

El proceso catabólico está relacionado con la producción exagerada de IL-1 que a su vez activa la expresión de numerosos metabolitos catabólicos, especialmente enzimas asociadas con la degradación de la matriz del cartílago articular, tales como las MMPs. Estas enzimas son producidas en exceso por sinoviocitos, condrocitos, macrófagos y neutrófilos, pertenecen a un grupo de endopeptidasas dependientes de zinc.
Las MMPs más involucradas en la enfermedad son las que poseen actividad colagenasa, gelatinasa y estromelisina. Estas enzimas son secretadas como zimógenos inactivos (pro-MMPs) y son activadas por desdoblamiento enzimático, su efecto depende de la proporción del nivel enzimático activo y de la presencia de inhibidores tisulares de MMPs y macroglobulinas alfa.
La producción de eicosanoides (especialmente PGE2)también es estimulada por la IL-1, vía COX2, estos son sintetizados por los leucocitos, condrocitos y sinoviocitos.
La PGE2 promueve la vasodilatación, potencia la percepción del dolor, favoreciendo la expresión del factor activador de plasminogeno y la degradación de los proteoglicanos. Pero a su vez tiene efectos contrainflamatorios, ya que estimula la expresión de citosinas antiinflamatorias y disminuye la expresión de los genes que codifican la producción de la IL-1 y MMPs. Es posible que la vía metabolica de la PGE2 sea necesaria para suprimir la inflamación.
Los leucotrienos (LTB4) producidos vía lipooxigenasa desencadenan vasodilatación y quimiotaxis. En esta enfermedad articular existe una correlación positiva entre el número de leucocitos y los niveles de LTB4.
El óxido nítrico es otro metabolito implicado en la etiopatogenesis de la Osteoartritis, ya que actúa como un importante mediador de la destrucción de la matriz y produce la muerte de los condrocitos, otra de las funciones que tiene es  disminuir la deposición de sulfato dentro de las cadenas de glicosaminoglicanos, como así también inhibir la síntesis de colágeno y la expresión de una importante citosina anti-inflamatoria, la antagonista del receptor de la IL-1.

Proceso anabólico

El estado destructivo que caracteriza la osteoartritis trata de ser contrarrestado con la expresión de numerosos GFs. También se producen citosinas antiinflamatorias que parcialmente inhiben el efecto de los péptidos catabólicos. Varias moléculas proinflamatorias (IL-6 y PGE2)ejercen un efecto contrarregulador, inhibiendo la expresión factores nucleares relacionados con la producción de metabolitos inflamatorios.
Desafortunadamente, en la mayoría de las situaciones predomina el cuadro catabólico y el resultado es la Osteoartritis terminal.
Los GFs son péptidos multifuncionales con acción anabólica y proliferativa sobre los condrocitos y la matriz circundante. En la Osteoartritis han sido identificadas muchas de estas moléculas, pero las más descritas en el equino son el IGF-1, IGF2 y TGF-beta.
Varias citocinas antiinflamatorias son producidas para disminuir la inflamación articular mediada por la IL-1 y otros metabolitos inflamatorios. Las citocinas reguladoras más descritas en esta enfermedad son la IL-1ra, IL-4, IL-10 y IL-13. En general, son moléculas que anulan la expresión de factores nucleares proinflamatorios.










La Osteoartritis debido a su patogénesis se puede clasificar en cuatro tipos:



1.    

El primer caso es el que más se produce en caballos de carrera, se presenta en articulaciones de alta movilidad como nudos y carpos y va acompañado de capsulitis y sinovitis.
2.     El segundo caso se da en articulaciones de menor  movimiento como intertarsales (esparaván) e interdigitales (ringbone).  
3.     El tercer caso no presenta síntomas clínicos, solo se puede hallar en la necropsia.
4.     El cuarto esta originado por diversas causas predisponentes como, fracturas intra-articulares, Osteocondrosis o ciertos problemas de conformación.




DIAGNOSTICO

·        Flexiones forzadas positivas.
·        Anestesias intra-articulares positivas.
·        Ultrasonido: Se puede evidenciar irregularidad en el cartílago.
·        Radiología: Se pueden observar cambios como, disminución del espacio articular, esclerosis del hueso subcondral, formación de osteofitos y proliferación del hueso periosteal. En ciertos casos de Osteoartritis no se observan irregularidades en la superficie articular.
·         Artroscopia: Se evidencia con claridad la integridad del cartílago.



TRATAMIENTO

Ø  Control del dolor: Se administran analgésicos y antiinflamatorios por vía sistémica, este último efecto consiste en la inhibición de la proliferación, migración y fagocitosis leucocitaria, como también reduce las prostaglandinas inflamatorias, interleucinas y radicales libres. La Fenilbutazona sistémica es una de las más utilizadas en cuanto a su resultado terapéutico. Cabe mencionar que puede ocasionar efectos secundarios no deseables como gastritis o ulceras gástricas. Una alternativa al respecto es el firocoxib, un analgésico inhibidor de la ciclo oxigenasa 2 en la cascada del dolor, que presenta un menor grado de efectos secundarios.
Ø Terapia intra-articular: La administración de corticoides como acetonida de triamcinolona y betametasona es muy utilizada en la práctica común. Además de su potente acción analgésica y antiinflamatoria, estos fármacos tienen efectos condroprotectores beneficiosos para el cartílago articular. En esta terapia también se administra ácido hialuronico como coadyuvante, su acción es restablecer la viscosidad del líquido sinovial modificando el curso de la enfermedad por dos razones: 1) Produce efectos moduladores de la respuesta biológica de leucocitos y  células articulares. 2) Interfiere mecánicamente entre proteínas catabólicas y sus receptores celulares.
Ø Terapia sistémica intramuscular u oral: En lesiones articulares muy severas se administran sustancias con  acción condroprotectora como glicosaminoglicanos polisulfatados por vía intramuscular, en casos detectados en los primeros avances de la enfermedad se pueden administrar glucosaminoglicanos por vía oral como condroitin sulfato y glucosamina.
Ø Manejo del ejercicio y control de peso: El control del ejercicio ayuda a perder peso y ampliar el movimiento de las articulaciones afectadas disminuyendo el dolor. Realizar paseos en terreno blando y llano, siempre en forma regular evitando movimientos bruscos como saltos, patadas o carreras. Con la práctica de ejercicios pasivos se va incrementando el grado de flexión y extensión de la articulación. Otra terapia muy utilizada en el tratamiento de esta enfermedad es la natación en base a resultados obtenidos. El control del peso es muy importante considerarlo en los animales adultos, ya que un exceso del mismo afianza el desarrollo y evolución de la Osteoartritis, al producir una sobrecarga anormal sobre las articulaciones.
Ø Suplementación nutricional con ácidos grasos Omega 3, condroitina y glucosamina.



PREVENCION

v Herraje: Es un factor fundamental el herraje adecuado para prevenir la enfermedad. Es un error muy común el herrar desparejo que causa daño en las articulaciones debido al desbalance. Un casco largo produce estrés en ligamentos, tendones, como así también en las articulaciones. El herraje correcto se corresponde con cascos pequeños, a nivel y bien balanceados de acuerdo a su anatomía.
v Ejercicio: El movimiento rutinario aumenta la circulación sanguínea y el organismo puede eliminar con mayor facilidad las toxinas producidas por células blancas y remover los líquidos de los tejidos inflamados, por lo tanto mantiene la integridad física de la articulación. El aumento del flujo sanguíneo se produce con el simple acto de caminar al caballo, es un perjuicio muy importante para las articulaciones mantener al animal de pie y encerrado por muchas horas. El aumento de la circulación es el mejor antiinflamatorio natural.
Siempre se debe tener en cuenta la superficie donde se ejercitara, se recomiendan  terrenos blandos evitando superficies duras o pedregosas.
v Dieta: El exceso de peso aumenta el riesgo de Osteoartritis, debido a la presión que deben soportar las articulaciones, generalmente carpos, nudos y corvejones.
Una dieta adecuada y control del peso son factores que no se deben descuidar y así mantener la salud de la articulación.
La prevención de la Osteoartritis se la considera como el mejor tratamiento de todos.










BIBIOGRAFIA

ü Palmer y Bertone, 1994.
ü Platt, 1996.
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ü Malemud, 2003.
ü Van Miert, 2002.
ü Fortier, 2004.
ü Fernandes, 2002.
ü Mc Illwraith, 1996.
ü Alexander, J.W.1985.
ü Altman, R.D.1990.
ü Jorge Uriel Carmona, Carlos Giraldo-Murillo (Departamento de Salud Animal, Universidad de Caldas, Colombia).
ü Farmacia Veterinaria ZONAVET.
ü Dr. Ralf Ebert.
ü Dr. Ramon Batalla Z.

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