sábado, 8 de septiembre de 2012

Cristian ALBRECHT



“Manejo rentable y sustentable de un rodeo de cría en el caldenar pampeano”





Año 2011



Trabajo: Cátedra de Clínica de animales de interés zootécnico.
Profesor: dr. Jorge Merlassino.
Autor: Cristian Albrecht.







Introducción:

La producción de terneros en un rodeo de cría planteado en el marco de la región del caldenar pampeano se basa, al igual que en otras producciones, sobre cuatro pilares fundamentales:
·        Genética
·        Sanidad
·        Nutrición
·        Manejo

Todos aquellos factores que afecten a alguno de estos pilares, van a afectar a la actividad en su conjunto, con implicancias en la producción y consecuentemente en el resultado económico.

En la actualidad existe suficiente información como para que los productores manejen con eficacia estos pilares y de esta manera les permita
obtener mejores índices económicos, reproductivos, sanitarios, etc.

A través del presente trabajo se trataran de citar los factores o causas que producen una disminución en los índices anteriormente mencionados y se plantearan diferentes alternativas de solución para mejorarlos.



Temas a desarrollar:

·        Manejo del pastizal natural y estrategias de manejo nutricional en base a los recursos alimentarios de la región del caldenar. Suplementación mineral.
·        Manejo sanitario del rodeo de cría y aplicación de un plan sanitario.
·        Manejo reproductivo del rodeo de cría: -diagnóstico precoz de gestación y descarte de vientres.

                                                                        -diagnóstico de enfermedades venéreas en el toro.
                                                                        -tipos de destete.
·        Selección de vientres y toros. Manejo genético.
·        Principios de capacitación del personal.







Descripción de área del caldenar y ubicación geográfica:

El área del caldenar se ubica en la parte central de la provincia de La Pampa y sur de San Luis. Abarcando una superficie de unos 4.000.000 de has.
El promedio anual de precipitación es de unos 555 mm, siendo distribuidas dichas precipitaciones mayormente en el semestre cálido, desarrollándose este ecosistema en un clima templado continental.
Los rangos de elevación sobre el nivel del mar se encuentran hasta los 400 metros.
La vegetación que predomina es un bosque deciduo, dominado por el caldén (prosopis caldenia Burk), árbol de la familia de las leguminosas.
  
                              













Originalmente, el caldenar fue un bosque abierto, y sus árboles alcanzaban una altura de 10 a 12 metros en la madurez, con grandes espacios abiertos entre ellos.
La cobertura aérea aunque variable, alcanzaba un 30 a 35 %. La densidad de arbustos era baja. La densidad del caldén siempre fue menor donde la textura de los suelos es más gruesa, formando un pastizal con aspecto sabánico.
Hoy, la interacción entre la explotación forestal, el sobrepastoreo y la exclusión del fuego del ecosistema, han provocado un desmesurado aumento de la densidad del caldén, así como la invasión de otras leñosas.
De esta manera incrementaron notablemente su densidad otras especies de prosopis, además de chañar, chilladora, jarilla, molle, entre otras.
La distribución de estas especies se ve influenciada por la topografía y la textura del suelo. Los arbustos son más densos en las áreas con pendientes y el caldenar típico prevalece en las áreas bajas.
Las zonas con arboles grandes se encuentran en los sectores con textura de suelo más fina. La dispersión y la mejora en la germinabilidad de semillas de las especies leñosas por la hacienda, es un importante factor en el incremento en la densidad de estas especies, especialmente de los prosopis.


Originariamente el estrato herbáceo fue dominado  por especies de porte bajo, como el unquillo (Poa ligularis Ness ex Streudel), flechilla negra (Piptochaetium napostaense Speg.), flechilla fina (Stipa tenius philipi), gramilla cuarentona (Sporobolus cryptandrus), y pasto plateado (Tichacne califórnica).
(Fotos: plantas de flechilla fina en distintos estadios del ciclo según pastoreos. Junio 2011)

Había también especies de altura intermedia, como paja fina (Stipa tenuisima Trinius), paja blanca (Stipa gynerioides Phil.), pasto puna (Stipa brachichaeta Gordon) y paja amarga (Elyonorus muticus).
(Fotos: pajas en distintos estadios del ciclo según pastoreos)

Las especies bajas tienen generalmente buen valor forrajero y son más comunes hoy día en áreas abiertas y en potreros que son manejados de forma correcta y no sobrepastoreados.
Las especies intermedias (pajas) tienen muy poco u nulo valor forrajero y es común  encontrarlas en lugares de sombra y en potreros que fueron sobrepastoreados.

El reemplazo de especies de porte bajo por otras de altura mayor provoca un aumento en la cantidad de material fácilmente combustible, y en consecuencia también aumenta el riesgo de incendios, los cuales en las últimas décadas han sido devastadores.

El área fue colonizada en la última centuria, siendo la producción ovina predominante en las primeras décadas. Actualmente casi la totalidad del caldenar soporta producciones de cría o de cría y recría de bovinos, con una carga cercana a las 0.13 UG/ha en promedio.




































                           





Manejo del pastizal natural del caldenar:

Al manejar el pastizal, como con cualquier otro recurso, deben fijarse objetivos. Se pueden encontrar dos extremos en la mentalidad de quienes lo manejan.

Por un lado están quienes pretenden mantener el área sin modificaciones, objetivo ideal y admirable, pero que en la práctica tropieza con un sinnúmero de inconvenientes. El primero es que parece poco lógico pretender extraer de un ecosistema un producto que no le es propio (en nuestro caso terneros), sin modificarlo. Por otra parte este ecosistema ya ha sufrido cambios lo suficientemente intensos como para que no se pueda esperar que el mismo vuelva a una situación semejante al “clímax” originario.
Así, si se quisiera revertir el deterioro simplemente excluyendo el pastoreo, seguramente se tendería hacia un estado con mayor cobertura de especies de porte intermedio de escaso o nulo valor forrajero. Esta acumulación de material combustible en algún momento desembocaría en un incendio devastador, y nos encontraríamos en la situación exactamente opuesta la que se pretendía llegar.

En el otro extremo están quienes pretenden una máxima producción de carne, sin medir el costo que significa la destrucción del recurso, con las preocupantes secuelas que ello produce. Seguramente, los inconvenientes económicos por los que han atravesado los productores pecuarios, han hecho que muchos de ellos no hayan tenido otra alternativa que encolumnarse cerca de ese extremo.

Es necesario entonces, fijar un objetivo que contemple algunas pautas que no pueden dejarse de lado. La primera, establecer el mayor beneficio económico posible. La segunda, es la relativa sustentabilidad del sistema.

Estrategias de manejo:
Las plantas del pastizal natural se encuentran en una competencia constante (luz, nutrientes, agua, etc.) y el productor agrega, con el manejo, importantes elementos que pueden definir dicha competencia.
Respecto al pastoreo, cuando el potrero está dominado por especies forrajeras, si se quiere mantener esta situación de relativo equilibrio no deberán sobrepasarse umbrales que afecten las reservas de las plantas dominantes, por lo que es conveniente hacer uso del pastizal con pastoreos moderados. Cuando el pastoreo es excesivo, se producen espacios vacios que son aprovechados por otras especies con otras habilidades competitivas. Cuando esta situación se mantiene por un tiempo prolongado, encuentran su oportunidad especies cuya estrategia no es tolerar el pastoreo, sino escapar de él. Por ello es que comienzan a ganar un espacio cada vez mayor las pajas.
El corte es altamente detrimental para las especies intermedias, por lo tanto, cuando en pastoreos intensos en los que los animales están obligados a consumirlas, se supera un nuevo umbral, y aparecen especies que utilizan una defensa más onerosa, y que escapan al pastoreo con defensas químicas, productos indigestivos, venenosos o poco palatables para el animal.
Pero conviene detenerse en la etapa intermedia de este proceso. Es muy común encontrar estados transicionales en los que hay una densidad relativamente importante de especies de porte bajo y una considerable cobertura de especies de porte intermedio. Si el productor decide en éste caso un descanso prolongado con el fin aparente de aumentar el vigor de las especies bajas forrajeras (flechillas, unquillo, etc.), encontrará un resultado opuesto al esperado. Este es uno de los errores de manejo más frecuente, ya que, el descanso de un semestre provoca un aumento significativo del “empajamiento” al aumentar  la competencia por la luz, y esto beneficia a las especies de mayor altura, dándole la oportunidad a las “pajas” de capitalizar este cambio relativo en la oferta de los recursos.
Cuando los pastoreos intensos alternan con descansos relativamente breves, se ha observado que se mantiene un estrato herbáceo productivo, con una buena proporción de especies forrajeras. La explicación estaría dada en el hecho de que este esquema logra mantener baja la cobertura de todas las especies herbáceas, no limitando el acceso de luz, permitiendo la recuperación de las especies bajas, haciendo efectivas sus adaptaciones basadas en la tolerancia al pastoreo.

Lamentablemente este esquema, que podría ser un paradigma de manejo y que es poco practicado por los productores, no puede llevarse a cabo por la falta de infraestructura, como son los potreros excesivamente grandes.
Una de las posibles opciones es el uso del fuego como herramienta de manejo. Pero debe considerarse que el mismo debe usarse solamente bajo ciertas circunstancias, y limitados en tiempo, espacio e intensidad calórica.
En primer lugar en el momento adecuado. Lamentablemente es común el uso del fuego al finalizar el invierno, como un fácil escape al déficit forrajero. Si esto se hiciera 6 meses antes, seguramente no se produciría ese déficit, y se hubieran creado las condiciones para un estrato herbáceo más productivo. Por eso es importante realizar las acciones de manejo dentro de una planificación, y no dentro de estrategias de corto plazo. De acuerdo a lo antedicho, la época propicia para la realización de quemas prescriptas sería el fin del verano.
En segundo término los fuegos deben acotarse espacialmente. No tendría sentido quemar un área con una alta densidad de forrajeras ya que, sólo lograríamos disminuir esa alta densidad.
Además deben quemarse superficies lo suficientemente pequeñas como para que la carga animal interactúe con el fuego.
En tercer lugar, el fuego debe ser acotado en su intensidad. Cuando el calor es excesivo se produce la muerte de la parte aérea de las leñosas más altas. Esto no solo quita valor paisajístico, sino que eliminamos una fuente de protección, tanto del suelo como de los animales, además del rebrote fachinaloso para nada aprovechable.
La combinación que nos podría mantener al caldenar en un estado de relativo equilibrio con la máxima producción de bienes que satisfagan necesidades humanas (carne, madera, recreación, etc.),  sería: altas cargas en poco tiempo, descansos no excesivamente largos, uso razonable del fuego.
Para poder llevar a cabo este manejo es fundamental contar con la mayor cantidad de picadas posibles. Si se analiza el costo relativamente bajo que tiene su construcción respecto de su utilidad, el productor pecuario no debe dudar de lo acertada que es la decisión empresarial de construirlas.

Estas permiten el uso del fuego, facilitan el manejo de la hacienda, y es la vía necesaria para la introducción de otras dos tecnologías económicas necesarias para lograr un adecuado manejo: el alambrado y la distribución del agua.




































Manejo Sanitario del rodeo de cría:



















El manejo sanitario de un rodeo de cría incide directamente en la armonía total del sistema y para el mismo se debe contar, cada vez más, con el asesoramiento y dirección profesional para determinar causas y orquestar soluciones ante los problemas que se presenten.
No obstante ser el Médico Veterinario el encargado de prevenir y tratar las enfermedades que se presentan en el rodeo, cada asesor o productor debe contar con un calendario mínimo de actividades profilácticas a observar en el transcurso del año, a fin de que bajo la supervisión del Médico Veterinario se vayan aplicando al rodeo.


El principio básico de un estado real de salud animal, se refleja en diferentes indicadores objetivos de la normalidad fisiológica en los bovinos de cría, que permiten conducir un plan preventivo de salud animal, son:
·        Peso promedio adecuado a la especie, edad y estado fisiológico.
·        Pelaje brilloso y corto en verano y largo y firme en invierno.
·        Aspecto saludable y robusto.
·        Actitud y mirada vivaz.
·        Mucosas aparentes rosadas.
·        Deposiciones consistentes, acordes con el pastoreo, sin llegar a diarreicas.
·        Región perineal limpia.













Por otra parte es necesario recordar los factores que intervienen en el ciclo biológico de las enfermedades, a causa de que permiten identificar el lugar de la cadena en el que se puede actuar para evitar la presentación de enfermedades epizoóticas:
                   
La interrupción de este ciclo se realiza:
-fortaleciendo al huésped (población animal)
-eliminando el agente (bacterias, virus, parásitos, etc.)
-modificando el medio.
Para el caso del planteo de un rodeo de cría en el caldenar pampeano, resulta interesante resaltar el último punto.
El control o modificación del medio consiste en disminuir los factores predisponentes para que no actúen negativamente sobre el animal (huésped).
Dichos factores predisponentes son fundamentalmente climáticos, nutricionales y de manejo. Estos últimos constituyen las fallas o falta de programación, las fallas de implementación y las de decisión. Faltas de programación se observan por ejemplo frecuentemente en el destete y el estrés que este produce sobre los terneros.
Una manera de disminuir este estrés, es evitar la acumulación de causas predisponentes, como puede ser castrar, marcar y destetar en una sola operación. Por otra parte, el estrés del cambio de dieta, mixta láctea-forrajera a forrajera plena, se disminuye mucho si se le ofrece al ternero un forraje tierno y digestible, con una disponibilidad suficiente y que lo haga fácilmente aprehensible por el animal, para lo cual se debe haber pensado con anticipación y tomado los recaudos necesarios.
Al no existir una programación adecuada, las decisiones se toman sobre la marcha y no siempre son válidas, ya que si tampoco se pensó en el alimento para la vaca de cría con suficiente anticipación, cuando ésta pare en invierno y no cuenta con él, será tarde para lamentarse y habrá que esperar hasta que se reponga en la primavera para que pueda ovular y quedar preñada dentro de un lapso racional. Otra de las fallas frecuentes por falta de implementación o falta de decisión puede encontrarse en el estacionamiento del servicio.




Plan Sanitario Preventivo en el rodeo de cría:

-Aftosa:
 Se vacunara a todo el rodeo en forma obligatoria. Actualmente las disposiciones oficiales establecen vacunar en febrero-marzo a todo el rodeo y en septiembre-octubre sólo a los terneros.
En el caso de terneros mamones, no reaccionan bien a la vacunación antes de los 60-90 días de vida, debido a la interferencia de anticuerpos calostrales maternos. Por lo tanto la primovacunacion se debería efectuar alrededor de los 4-5 meses, y repetir antes del destete con un intervalo de 20-30 días entre una y otra aplicación. Para ello la vacuna debe mantenerse entre 4 y 8 °C por medio de heladeras o conservadoras. Vacuna de aplicación subcutánea.
Ante síntomas de aparición de enfermedad la denuncia es obligatoria y se debe suspender todo movimiento de hacienda.


-Mancha y gangrena de los terneros:
Vacunar a todos los terneros alrededor de los 3 meses de edad. Revacunar al destete y a los 6 meses nuevamente.
No cuerear los terneros cuya muerte haga sospechar de mancha en los potreros de pastoreo; éstos deben ser enterrados cubriendo el lugar previamente con cal.


-Carbunclo:
Vacunar a todo el rodeo antes del verano con vacuna cepa Sterne en campos con bajo índice de infestación y en caso de campos muy contaminados revacunar a los 6 meses. Ante muerte igual procedimiento que con mancha.


-Brucelosis:
Vacunación obligatoria a todas las hembras entre los 3 y 6 meses de edad.
Realizar investigación serológica  anualmente, eliminando todas aquellas vacas con reacción positiva. Conviene realizar esta práctica en la época del diagnostico de preñez.
Destruir todos los fetos abortados y sus envolturas por medio del fuego o enterrar en el lugar extremando medidas de seguridad en el manipuleo.
Apartar vacas abortadas y mandarlas a venta.
Coincidentemente con el control de brucelosis puede realizarse el control de tuberculosis a través de tuberculinización.


-Diarrea neonatal:
Vacunación de madres 60 y30 días preparto, la vacunación del ternero luego del nacimiento es cuestionada a causa de registro de problemas de isoeritrólisis.

-Enfermedades parasitarias:
Aplicación de endectocidas sistémicos en febrero-marzo, pudiendo repetir cada 6 meses. Cuestionado el uso indiscriminado de desparasitarios de amplia difusión a causa del alto desarrollo de resistencia.
En el caso del rodeo de cría es aconsejable desparasitar al destete y controlar periódicamente el grado de infestación en los terneros mediante el recuento de huevos en materia fecal (huevos por gramo: hpg).
Para determinar el grado de infestación en los potreros y su evolución, se pueden realizar recuentos de larvas en los pastos, refiriendo los resultados a larvas por kilogramo de pasto seco.

-Enfermedades venéreas: control de toros
Entre estas enfermedades las más comunes son la tricomoniasis y la campilobacteriosis. Ambas se transmiten por la monta y causan muertes embrionarias precoces y a veces abortos. Además disminuyen los porcentajes de preñez en vaquillonas con entore de no más de 90 días, o en el rodeo general, cuando éste, libre de enfermedad, se infecta por primera vez.
Para el diagnóstico de estas enfermedades el Médico Veterinario deberá realizar un chequeo diagnóstico sobre todos los toros mediante muestreos prepuciales (raspajes de mucosa prepucial). Dicho chequeo debe realizarse con suficiente anticipación al servicio, como para poder tratar a los enfermos o buscar reemplazos con tiempo.
Conviene realizar los muestreos junto con un análisis clínico completo (genitales internos y externos), aplomos, dentadura, vista y estado general. Este examen puede ser realizado en otoño, a fin de no conservar durante el invierno a animales que luego no se podrán usar.


Ene
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
Oct
Nov
Dic

Servicio
X
X






 


X

Parición







X
X
X



Tacto




X



 




Destete



X
X



 




Revisación pre-servicio









X


De toros y de vientres que ingresaran al servicio.
Mancha, gangrena, enterotoxemia




X







Vacunar todo el rodeo. Se utiliza una vacuna triple o cuádruple. Se vacuna al destete (primovacunación con dos dosis) y una revacunación anual.
Hemoglobinuria bacilar (meada de sangre)




X







Vacunar a todos los vientres y toros a partir de los dos años de edad (la primovacunación con dos dosis).
Brucelosis


X









Se vacunan las terneras entre los 3 y 8 meses de edad.
Queratoconjuntivitis









X


Se vacuna todo el rodeo (primovacunación con dos dosis).
Parásitos gastrointestinales y Fasciola hepatica






X








X
Al destete se desparasitan los terneros y el resto del rodeo para limpiarlo antes del invierno. A partir de primavera se debe desparasitar de acuerdo al manejo y análisis. Es recomendable desparasitar animales de 1 y 2 años, ya que son más susceptibles.
Análisis de materia fecal







X




Comenzar a realizar muestreos mensuales 45-60 días luego de desparasitar.

















































Manejo Reproductivo del rodeo de cría:
                

                  

Manejo de los Toros:

La función de los toros sólo se hace evidente en el momento o época de servicio. Sin embargo, es fundamental mantenerlos durante todo el año en las mejores condiciones posibles, para que al llegar a dicha época se encuentren aptos para cumplir con su cometido.
Si bien intervienen con una proporción muy baja con respecto a las vacas (4-6 % en campos del caldenar), su función es muy importante, ya que si el que falla es el toro se pueden perder, por lo menos en forma teórica, entre 16 y 25 terneros cada 100 vacas.
Por otro lado pueden transmitir a su descendencia caracteres genéticos defectuosos; a las vacas enfermedades que pueden afectarlas o afectar su gestación; y a otros toros, enfermedades venéreas cuando montan las mismas vacas.


Revisación de los toros:


Es necesario, antes de usar los toros como reproductores, tratar de descartar todo animal con cualquier tipo de enfermedad o defecto.
Para esto se recurrirá a un examen que incluye:
-examen físico general: dentadura (vejez), problemas locomotores (aplomos), problemas en la visión.
-examen genital: prepucio, pene, testículos, epidídimo y conductos deferentes. También se deberán revisar los genitales internos (uretra, próstata, glándulas y vesículas seminales).
-pruebas diagnósticas específicas: tuberculosis, brucelosis, tricomoniasis, campilobacteriosis y leptospirosis.
-pruebas  complementarias: capacidad de servicio, líbido, comportamiento social, etc.
-análisis seminal: motilidad y recuento en cámaras de Newbauer.
-medida de circunferencia escrotal: deben tener más de 30 cm en toros de razas británicas a los 12-18 meses de edad. Existe correlación positiva entre circunferencia escrotal y producción seminal diaria. También existe correlación, cuando se toma en toros jóvenes, con la edad a la pubertad de vaquillonas emparentadas.

Obtenida esta información, se podrá decidir cuales toros entraran al servicio y cuáles no, evitando de esta manera incurrir en costos innecesarios, evitar enfermedades y defectos indeseables, aumentando de ésta manera la rentabilidad del rodeo.


Manejo a través del año:


Previo al servicio, los toros deberán colocarse en potreros con alta disponibilidad y calidad forrajera, con la intención de que tengan un buen estado corporal y que en lo posible acumulen una cierta cantidad de reservas, importante a causa de que durante el servicio el tiempo destinado, por parte del toro, para la ingestión de alimento es menor ya que dedican parte de este tiempo en detectar grupos de vacas sexualmente activos.
Durante el servicio los toros peleadores o aquellos que estén lastimados deberán ser retirados del potrero y reemplazados por otros si fuese necesario.
Estudios de comportamiento animal indican la no conveniencia de la rotación de toros durante el servicio, a fin de evitar romper el orden social establecido, pues hasta que este se restablezca nuevamente pasara un tiempo en el que pueden perderse algunos celos.
Terminada la época de servicio, se retiran los toros del rodeo, colocándolos nuevamente en lo posible en potreros empastados con el fin de que se recuperen. Deberá tenerse especial cuidado de que los alambrados de dicho potrero estén en condiciones, para impedir que los toros, ante algún estimulo olfativo o visual, realicen servicios por  “robo”.
Debe aprovecharse cada ocasión de encierre del rodeo para revisar los toros, curarle heridas por peleas, golpes, corregir y arreglar pezuñas, etc.

La vida útil de los toros se calcula en 4 o 5 servicios, lo que determina la necesidad de reposición del 20 o 25 % anual. La reposición debe efectuarse con toros de cabañas de la zona (adaptados a la zona del caldenar), o planear la producción de toros con los terneros producidos en el establecimiento. El peligro de la consanguinidad en rodeos generales de más de 300 vientres se diluye enormemente, calculando una vida útil de las vacas de 7 años, pues resultará difícil que una vaca que produce un ternero en su segunda parición a los 4 años, sea servida por su hijo, que entra al servicio con 3 años, pues la vaca ya tendrá 7 años. Por otra parte existiendo varios toros en el rodeo, las posibilidades disminuyen aún más.
La inseminación artificial con semen de toros buenos constituye una alternativa aún más interesante, dada la economía que puede representar la propia producción de toros.

Elección de los toros para el servicio:

Aprobados los toros en cuanto a sanidad y aptitud reproductiva, se plantean previamente al servicio, dos preguntas clave:
                      -¿Qué toros emplear con las vaquillonas?
                      -¿Cuáles utilizar con las vacas?
Generalmente, para el rodeo de vacas adultas no existen problemas en cuanto al tamaño de los toros. Es interesante señalar que el “tamaño” del toro en condiciones de entrar al servicio, puede ser considerado desde dos puntos de vista: “fenotípico o real” y “genotípico o potencial”.
En base a lo anterior se plantea que, para vaquillonas deben usarse toros de la misma o distinta raza, pero que sean genéticamente pequeños.
Para las vacas se podrán usar toros potencialmente o genéticamente grandes, salvo que se detecte que transmiten caracteres no deseables para la descendencia.



















   
                  








Manejo Reproductivo de las Hembras:

-Manejo antes del servicio:
Cuando se analiza un rodeo de cría en producción, debe prestarse especial atención a la época en que en él se realiza el entore, ya que será responsable de la época de parición, lactancia, destete, diagnóstico de preñez, etc.
Ventajas de ordenar el rodeo y estacionar el servicio:
Los primeros pasos para aumentar la eficiencia serán dirigidos al ordenamiento del rodeo, correspondiendo este tiempo tanto a la aplicación de un plan sanitario adecuado, como al estacionamiento y la limitación de la época de servicio y la separación del rodeo por categorías.
Esto último permitirá un manejo distinto para cada una de ellas, alimentario, condiciones para la maternidad, sanitario, toros según tamaño, etc.
Luego de ordenado el rodeo, se procederá al estacionamiento del servicio, esto es hacerlo coincidir con el momento de máxima oferta forrajera que pueda ofrecer cada campo y de restringirlo además a un período que no supere los 90 días. Existen diversas estrategias explicadas ampliamente en diversos libros referidos al tema, dichas estrategias pueden resumirse y simplificarse en dos, estacionamiento brusco o gradual.
Un rodeo en estas condiciones, presentará múltiples ventajas con respecto al mismo rodeo pero no estacionado. Estas son: al tener un entore de 3 meses, tendrá también una parición de igual longitud, achicamiento de distancia entre cola y cabeza de parición, se podrá prever la alimentación de las vacas, se podrá efectuar el destete a comienzos del otoño, con pastos ricos y nutritivos para el ternero y la vaca, e inmediatamente al destete se podrá realizar el diagnóstico de preñez, separando para su engorde y posterior venta los animales vacíos. Si se venden los terneros al destete, como en la mayoría de los planteos en la región del caldenar, el lote de venta será más homogéneo, obteniendo en la feria mejores ofertas, haciendo más rentable el proyecto.

-Época de entore:
En un rodeo ordenado, después de la parición en invierno, sucederá el nuevo servicio en primavera. Es fundamental que el ordenamiento del servicio haya llevado al productor a estacionar su servicio en la época de mayor oferta forrajera. Esta coincide, en los campos del caldenar aproximadamente en los meses de noviembre-diciembre-enero.
Cabe recordar para ésta época la necesidad de aptitud no solo de las vacas, sino también, y con una gran relevancia, la aptitud de los toros, siendo el porcentaje apropiado para nuestros montes, un 4-6% de toros.



-Intervalo Parto-Primer Servicio:

El lapso entre el parto y el primer servicio es sumamente importante, ya que cuanto mayor sea dicho período, habrá mayor número de vacas cíclicas al comienzo del servicio. Esto de traducirá en un mayor porcentaje de vacas preñadas o en un menor número de servicios por concepción. Cuando se habla de número de servicios empleados para lograr la preñez se debe tener en cuenta que se considera el número de celos y no la cantidad de veces que es servida una vaca mientras está en celo.
Con intervalos parto-primer servicio de 27-50 días, se necesitan 1,94 servicios por concepción. A medida que aumenta este intervalo desciende el número  de servicios (montas) por celo, porque la fertilidad del primer y segundo celo es menor que la de los siguientes.


-Manejo desde fin del servicio hasta el destete:

El servicio finaliza con el retiro de los toros del rodeo, y tanto en pasturas naturales como cultivadas, coincide con la finalización del ciclo anual de las plantas y la consiguiente pérdida de calidad de las mismas al florecer y fructificar.

Digestibilidad de las pasturas y producción láctea:
Pasturas que durante otoño-invierno tienen una digestibilidad del 60% o más, llegan a superar el 70% a principios de la primavera y luego disminuyen al 50% o menos durante el verano.
La falta de calidad de los forrajes incide en la disminución de la producción láctea y a veces en la pérdida de peso vivo de las vacas. Como consecuencia se resentirá la ganancia diaria de los terneros.
Esto permite llegar a la conclusión de que, si se calcula que los terneros nacen, término medio en agosto, en el mes de diciembre los terneros tendrán aproximadamente 120 días de edad, que es cuando se produce la declinación de la producción láctea y esto indicaría aún más la necesidad de estacionar el servicio para poder tener un lote homogéneo  y así hacer coincidir dicha disminución de la digestibilidad de las pasturas con la época de destete.

-Manejo del destete: Tradicional, Anticipado, Precoz:

El destete tradicional, a la edad de 8 a 10 meses, poca ventaja aporta en lo que se refiere a descanso efectivo y recuperación de las madres. A fin de que la vaca pueda realmente recuperar estado y peso para afrontar un nuevo invierno, el final de una gestación, la parición y un próximo servicio, es aconsejable realizar el destete en forma anticipada, cuando el ternero tiene entre 5 y 7 meses de edad y en un momento que coincide con el comienzo del otoño climático. Este momento tiene dos ventajas: para la madre, permite un período más largo entre destete y parto; y para el ternero, le permite cambiar la dieta en momentos en que es posible encontrar forraje de regular digestibilidad.
Una última alternativa la constituye el método de destete precoz, a los 2 a 3 meses de edad, con dietas especialmente formuladas para el ternero, que se mantiene a corral. Representa una excelente escapatoria para años climáticamente desfavorables para asegurar el recupero de las madres para el próximo servicio; pero lamentablemente los costos de los fletes, costos de asesoramiento veterinario, falta de capacitación del personal, y mentalidad de los productores impiden muchas veces el desarrollo de esta tecnología en los campos del caldenar.







































La Importancia del vínculo con el personal:

“Cuando, en una reunión de amigos, un productor plantea sus dificultades para conseguir un puestero que esté dispuesto a quedarse en el campo todo el año, día y noche, para revisar en los momentos clave su rodeo, es momento de cuestionase seriamente aspectos que van más allá de lo estrictamente económico, para pensar en el tipo y calidad de relación que él está ofreciendo”.


En las últimas décadas, las empresas agropecuarias argentinas experimentaron un proceso de cambio tecnológico que las llevó a ganar eficiencia y competitividad. Sin embargo, la brecha existente entre la capacitación que recibieron los empresarios y la de quienes ejecutan las tareas en el campo –en particular en la ganadería- es cada vez más amplia.
La nueva empresa agropecuaria, comprende un ámbito mayor que el de la producción de granos, carnes, o productos con valor agregado, para transformarse en un espacio que configura lo social y organiza la vida de la gente; mientras que el trabajo ha dejado de ser sólo un contrato económico, para transformarse en un mecanismo de validación social, de aceptación por parte de la sociedad de lo que una persona es capaz de hacer. Y es momento de que el campo comience a incorporar ciertas  prácticas que vayan en ese sentido.

Capacitación, comunicación y paradigmas

Un proceso de capacitación eficiente debería hacer hincapié en aspectos clave como la motivación y la comunicación, más allá de la instrucción de las actividades específicas en el campo.
El verdadero corazón de las empresas, su motor de crecimiento, está dado por la formación de equipos de trabajo cuyos intereses trasciendan los personales en pos de un objetivo común, con metas claras y una visión consensuada. Y esto se logra con cambios en los paradigmas respecto de las estructuras tradicionales de las organizaciones y, sobre todo, con cambios de actitud de los empresarios y de los mandos intermedios, si los hubiera, (ej. Veterinarios asesores).
En cuanto a la motivación, no se administra en comprimidos, ni tampoco se relaciona únicamente con incentivos monetarios, sino que se deben crear ámbitos especiales para generarla, comenzando por el propio convencimiento de que se están haciendo las cosas bien, para el bien de la empresa y de las personas que la componen.

Comunicar y motivar

Dar una instrucción para que el personal realice una tarea no siempre implica que exista comunicación entre el dueño o el encargado y su gente, es decir, informar no es comunicar.
La información debe involucrar necesariamente a las partes en cuestión: emisor y receptor. Si se orienta en un solo sentido estamos perdidos. Para entender ese proceso hay 4 aspectos clave:
-el mensaje no es lo que se dice, sino lo que entiende el otro.
-si el receptor entiende mal, el responsable es el emisor.
-mal o bien, el mensaje pasa.
-el 30% del mensaje está en el contenido y el 70% en la forma.

El desafío de articular los cambios pertinentes y de motivar al personal comienza desde la dirección. Se debe asumir un modo de trabajar en red o en equipo, distinto del modelo verticalista tradicional.
Desde el punto de vista motivacional, es importante hacer algunos cambios clave. El primer estímulo debe provenir del dueño de la empresa. Cuando se capacita al personal, no sólo se alcanza el objetivo de hacer que otras personas se sientan realizadas, sino que ese estado hará que la empresa sea más eficiente. Los especialistas sostienen… “no es lo mismo atravesar la peor seca para una empresa cuyo personal tiene puesta la camiseta, que con personas que sólo concurren a trabajar para cobrar su salario”

Algunas recomendaciones para mantener al personal motivado son las siguientes:
                           -Bonificaciones según eficiencia medidas siempre en la misma escala.
                           -Revisar las condiciones edilicias y ver que las necesidades básicas del empleado estén resueltas.
                           -Reconocimiento verbal y público de las acciones bien hechas.
                           -Capacitación.


Cómo empezar
Un camino es empezar a trabajar en equipo. Teniendo en cuenta estos conceptos, es fundamental establecer objetivos y definir la visión de la empresa así como el rol que deberá ocupar cada individuo.



Fuentes:
·        libro de INTA “Aspectos ecológicos del estrato herbáceo del caldenar y estrategias para su manejo” Llorens Enrique y Frank Ernesto.
·        “Manejo de un rodeo de Cría” Jorge Carrillo. Editorial Hemisferio Sur.
·        “Manual Merck de Veterinaria” quinta edición. Editorial Océano/Centrum.
·        “Calendario Sanitario” http://www.inta.gov.ar/esquel/info/documentos/animal/bovinos16.htm
·        Revista CREA (N° 368 Junio 2011)
·        Fotografías: fuente propia. Zona de “El Durazno”, a 130 km de la ciudad de Santa Rosa”.                         









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