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Índice
Objetivo……………………………………………………………………………………………..pág.3 Introducción……………………………………………………………………………………….pág.
4
Definición- Etiología………………………………………………………………………….pág.5 Epizootiología……………………………………………………………………………………pág.
7
Actinobacilosis
Síntomas…………………………………………………………………………………………..pág.
9
Diagnostico y tratamiento………………………………………………………………..pág. 10
Actinomicosis
Síntomas…………………………..……………………………………………………………..pág.
11
Diagnostico y
tratamiento……………………………………………………………... pág. 12
Conclusión………………………………………………………………………………………..pág.13
Bibliografía………………………………………………………………………………………pág. 14
Actinobacilosis y actinomicosis bovina
Objetivo: desarrollar las características
de actinobacilosis y actinomicosis bovina a fin de, tener presente que en la
provincia de La Pampa ambas son importantes enfermedades endémicas
subvaloradas.
Introducción:
La actinobacilosis bovina es una enfermedad crónica infectocontagiosa,
caracterizada por presentar lesiones inflamatorias granulomatosa en tejidos
blandos de la cabeza, cuello, extremidades y ocasionalmente en pulmones,
pleura, ubre y tejido subcutáneo (lengua, ganglios faríngeos y surco esofágico)
se la llama lengua leñosa o de madera. Se ha observado principalmente en ganado
vacuno, pero también en ovejas, caballos, cerdos y perro. El microorganismo
pertenece a la flora habitual de la mucosa del tracto gastrointestinal superior
y provoca la enfermedad cuando logra acceder a los tejidos blandos adyacentes a
través de heridas penetrantes, causando infecciones localizadas y propagándose
por vía linfática a otros tejidos. Esta forma de actinobacilosis se encuentra
en todo el mundo, pero se da de manera esporádica y hay poco registro, por lo
tanto es difícil de prevenir. Fidalgo Alvarez, Luis E.
(2003). Patologia Médica Veterinaria.Universidad Santiago de Compostela.
La actinomicosis bovina es una enfermedad
crónica, infectocontagiosa caracterizada por la afección de las estructuras
óseas, consisten en osteítis y osteomielitis
destructiva con proliferación regenerativa, en particular en la zona de
la mandíbula o quijada. La enfermedad se produce cuando el microorganismo se
introduce en los tejidos blandos subyacentes, a través de heridas penetrantes
de la mucosa oral, producidas por alambres, heno grueso, palos, etc. La
afectación del hueso adyacente es causa frecuente de deformidad facial, pérdida
de piezas dentarias e inflamación del interior de la cavidad nasal que, a su
vez, produce disnea.
Las enfermedades expuestas
anteriormente son de tipo bacterianas, ambas cursan con lesiones de tipo
piogranulomatosas, son consideradas zoonosis y generalmente al diagnóstico
macroscópico se las suelen confundir con otra enfermedad granulomatosa que
afecta a los bovinos, la tuberculosis, una de las enfermedades de mayor
prevalencia en el mundo.
Definición- etiología:
Actinobacilosis:
Es una bacteria de
la familia pasteurellaceae, género Actinobacillus, especie lignieresi, gramnegativo con tinción bipolar, no
esporula, es inmóvil y aerobio anaerobio facultativo.
Microscópicamente se alternan las
formas bacilares con las cocoides. Se identifica en los cultivos puros de las
lesiones, aunque también suelen identificarse otros microorganismos piógenos.
Las lesiones de la mucosa oral o la piel,
pueden crear una infección de los tejidos blandos que llega a degenerar en una
infección piogranulomatosa, confundible con la actinomicosis o con tumores.

Actinomicosis:
En bovinos la causa
primaria es causada por una bacteria del género Actinomyces, especie
bovis, aunque pueden identificarse otras bacterias en las lesiones extensas. Es
pleomorfica, grampositiva, aerobia o anaerobia facultativa e in vivo forma
filamentos y ramificaciones.
Origina los llamados gránulos de azufre,
partículas caseosas en el pus o en el tejido infectado.

Epizootiología:
Actinobacilosis
Se manifiesta en bovinos de
todas las razas y, aunque es más frecuente en animales adultos, puede
presentarse a cualquier edad. El agente se
encuentra mayormente distribuido como
saprofito en el medio ambiente, en muchos bovinos sanos es habitante normal de
la mucosa de la boca, nariz, laringe, estómagos anteriores, abomaso e
intestinos y es posible hallarlo también sobre piel.
La
fuente más importante de infección son las secreciones infectadas,
transmitiéndose al ingerir alimento o pasto contaminado.
Se considera que el lignieresi es incapaz de
atravesar las mucosas y la piel intacta, y que la inoculación ocurre a través
de lesiones causadas por alimentos agraviantes, cuerpos extraños o durante el
cambio de diente.
La enfermedad es de ocurrencia esporádica en
determinados establecimientos, es susceptible al tratamiento y se han
encontrado cifras de morbilidad de hasta un 23 %, pero las pérdidas producidas no son de gran cuantía.
Aunque
generalmente es una enfermedad de la lengua puede afectar cualquiera de los
tejidos blandos expuestos, especialmente aquellos de la boca y cuello;
ocasionalmente involucra la pared de los pre-estómagos, cualquier porción de
piel y los pulmones.
En los casos que se encuentra afectada la
lengua se dificulta la prehensión y masticación debido al proceso inflamatorio
agudo en etapas tempranas y a la deformación y endurecimiento de la lengua en
las tardías.
Esta enfermedad causa linfangitis y es común
la diseminación linfógena. Los linfáticos afectados se hallan engrosados y con
nódulos distribuidos a lo largo de su curso, los cuales pueden erosionarse y su
coalescencia puede llevar a la formación de ulceras.
La forma más común de actinobacilosis lingual,
consiste de tejido de granulación en el cual se encuentra pequeños abscesos
rodeados por una cápsula de tejido conectivo. El epitelio que recubre estos
granulomas puede estar intacto o ulcerado. La lengua se caracteriza por la
firmeza resultante de una proliferación extensa de tejido conectivo que reemplaza
las fibras musculares.
La
superficie de corte de los nódulos linfáticos afectados (retro faríngeos,
mandibulares, tejido linfoide del paladar blando y duro, etc.), revela masas
granulomatosas blandas, pequeñas, de color amarillo o naranja que se proyectan
sobre el contorno capsular.
La
típica lesión de Actinobacilosis consiste en micro abscesos encapsulados con
presencia de drusas en su interior y cantidades variables de neutrófilos,
macrófagos y células gigantes.
Actinomicosis:
Su distribución es mundial, el germen es flora
normal de boca, faringe y tubo
digestivo, se encuentra también en el pasto, se caracteriza por la afección de
la mandíbula y tejidos blandos circundantes.
Tiene
una incidencia baja, sin embargo en los bovinos es una afección progresiva si
no se trata. La incidencia es mayor en novillos y vaquillonas, aunque a veces
se ven afectados también vacas, toros y terneros de seis meses de edad en
adelante.
A. bovis, tiene poca capacidad de penetración
en la mucosa sana. Si la mucosa esta lesionada ingresa a través de soluciones
de continuidad a través de la encía, heridas de los alveolos dentales, heridas
a causa de materiales extraños, como trozos de alambre, madera o cambios de
piezas dentales. Una vez penetrado en los tejidos profundos causa osteomielitis
y periostitis Se forman muchas colonias que estimulan la reacción
granulomatosa, con lisis del hueso formándose la “arenilla ósea” y neoformación
del periostio y endostio lo que causa la deformación de la mandíbula.
Si bien la enfermedad se presenta de manera
esporádica, su importancia radica en su amplia distribución y su escasa
respuesta al tratamiento.
La actinomicosis adopta tres formas
principales de acuerdo con la ubicación de las lesiones: cervico-facial,
torácica y abdominal.
v
Forma cervico-facial: puede iniciarse como una
masa fluctuante ubicada debajo de la mandíbula o como un absceso doloroso, de
progresión más rápida, ubicado en la misma zona, en la región parotidea o en el
cuello. Esta forma de presentación se asocia en general a una patología
bucodental crónica. Posteriormente se fistuliza a través de varios canales,
drenando exudado purulento conteniendo las drusas.
v
Forma torácica: por la aspiración de las
secreciones orales los microorganismos se ubican en los pulmones, necrosan el
parénquima pulmonar dando lugar a la formación de abscesos, similares a
procesos iniciales de la tuberculosis pulmonar. Los abscesos pueden
fistulizarse a través de la pleura, parrilla costal y la piel, drenando al
exterior.
v
Forma abdominal: el microorganismo que está
contenido en las secreciones orales ingeridas con el alimento, penetra a través
de lesiones en la mucosa gastroenterica, produciendo necrosis de los tejidos
con formación de abscesos en la pared del estomago e intestino y en el
peritoneo.
Actinobacilosis
Sintomatología
El comienzo de la actinobacilosis lingual
suele ser de carácter agudo, los animales afectados presentan incapacidad para
ingerir alimentos durante un periodo de 48 hs. Se observa salivación intensa y
movimientos masticatorios como si hubiera un cuerpo extraño en la boca. Al
comenzar con la exploración se puede observar la lengua inflamada y dura con
punta normal, la manipulación produce dolor y movimientos de defensa, en los
lados del órgano puede comprobarse la presencia de nódulos y ulceras
(granulomas) así como de lesiones ulcerosas en el borde anterior del dorso.
Estos granulomas pueden aparecer también en esófago, faringe, paladar y nódulos
linfáticos parotideos y submaxilares. En las últimas etapas de la inflamación
aguda, esta es sustituida por tejido fibroso, quedando la lengua arrugada e
inmóvil, provocando que el animal tenga dificultad para la prensión de
alimentos. La anorexia puede ser total por esta causa.
No es rara la linfadenitis, muchas
veces independientemente de las lesiones linguales. Puede haber hipertrofia
visible y palpable de los ganglios parotideos y submaxilares. Es frecuente la
presencia de tumefacciones locales duras que se abren dando salida a pus clara
e inodora. La adenitis de los ganglios retrofaringeos puede dar origen a
respiración con ronquido intenso. La secreción de pus verdoso amarillento con
contenido de gránulos es típica y las lesiones cutáneas pueden ser
superficiales o profundas, comprometiendo a los ganglios linfáticos cervicales.
Diagnostico
La salivación,
masticación y anorexia de la forma lingual en el bovino puede parecerse a la
etapa inicial de la rabia o al cuadro de cuerpos extraños.
El
diagnostico se confirma por la evidencia del agente patógeno mediante cultivos.
Recomendaciones:
ü
Examinar
de inmediato a los animales con problemas bucales.
ü
Aislar
al animal enfermo para su tratamiento.
ü
Identificar
el facto predisponente.
ü
No
intentar tratamiento en lesiones osificadas.
ü
El
desecho es la mejor alternativa.
Tratamiento
En ganado vacuno, se
sigue utilizando el tratamiento clásico con yoduro sódico via EV., a la dosis
de 70-80 mg/kg, preparados en una solución al 10-20 %, aportando 2 tratamientos
separados entre 7 y 10 dias, hasta que aparece el yodismo, caracterizado por
lagrimeo seroso, secreción nasal seromucoide y piel con escamas similares a la
caspa.
También
se puede emplear compuestos de yoduro potásico en solución, por via oral, a
dosis diaria de 6-12 g/animal, durante 7-10 dias.la respuesta suele ser
espectacular y permanente. Puede requerirse más de un tratamiento con intervalo
de 10 días.
El
tratamiento de los granulomas se hace por debridamiento y enucleación,
acompañada de terapia con yoduros.
Es
posible que la acción más importante de los yoduros se deba a que disminuyen la
reacción fibrosa, más que a su efecto bactericida
Asimismo
se incluyen sulfamidas y antibióticos (penicilina, oxitetraciclina,
eritromicina, estreptomicina, etc.) que se aplica por vía parenteral, cada 12 o
24 horas generalmente complementarias al tratamiento con sales de yodo. . Cabe
destacar que tanto la enfermedad como el tratamiento son dolorosos y estresantes para el animal, por lo que se
debe practicar un buen manejo
Actinomicosis
Sintomatología:
La
actinomicosis del maxilar comienza por una tumefacción ósea indolora localizada
en uno o ambos maxilares, casi siempre a nivel del molar central.
Las infecciones precoces se pueden
confundir con lesiones traumáticas. El agrandamiento inflamatorio puede ser
discreto y, como radica en la mandíbula, aparece como engrosamiento del borde
inferior del hueso, con la mayor parte de su volumen en el espacio
intermandibular. Esas lesiones a menudo no se descubren sino hasta que
adquieren gran extensión, cundo ya el tratamiento es ineficaz. Las lesiones
discretas más comunes se las observa en las superficies laterales de los
huesos.
El aumento de volumen de las lesiones puede
ser en pocas semanas o requerir varios meses. Las tumefacciones son muy duras,
inmóviles y, en etapas tardías dolorosas al tacto. Con frecuencia se abren en
la piel a través de uno o varios orificios permitiendo la salida de una pequeña
cantidad de pus líquido con aspecto de miel espesa que posee gránulos diminutos
y duros de color blanco amarillento de mal olor.
Los dientes enclavados en el hueso
enfermo pierden su alineación y presentan dolor, dificultad masticatoria con
perdida subsiguiente del estado general. Suele presentarse diarrea y meteorismo
por verse afectado a nivel esofágico y parte anterior del retículo.
Diagnostico:
Si se examinan los gránulos de azufre en
fresco, presionados únicamente por un cubreobjetos limpio, se observa
fácilmente el efecto de hongos radiados. Los bordes de los gránulos comprimidos
muestran filamentos radiales, hinchados, claviformes. Por lo general, en las
preparaciones de pus teñidas, no se ven estas formas claras, pero se las puede
ver en cortes histológicos.
El otro método de diagnostico es el
aislamiento del germen, ya sea a partir de una biopsia de tejido o de un
aspirado del liquido para identificar la noxa.
Tratamiento:
El tratamiento es
similar al que se aplica en la actinobacilosis, pero menos exitoso.
Penicilina 10.000 UI/kg, vía
IM, 2 veces al día durante 7 a 14 días (también se pueden emplear amoxicilina,
oxitetraciclina o estreptomicina) más los compuestos de yodo antes citados.
Las lesiones locales se
tratan con solución de lugol y, en ocasiones, se administra yoduro de sodio por
vía intravenosa para las lesiones internas.
Se recomienda el uso de
antibióticos sumados al tratamiento antes mencionado: estreptomicina (11 mg x
kg tres veces al día por 5 días). El antibiótico se inyecta en la periferia de
las lesiones durante 5 días consecutivos. Sin embargo, a pesar de lo anterior,
el tratamiento contra esta enfermedad no resulta del todo efectivo si el tamaño
de la lesión es muy grande.

Conclusión:
En un trabajo realizado
con muestras de lesiones sobre órganos de animales faenados en frigoríficos del
departamento de maracó, decomisados con diagnostico macroscópico de
tuberculosis, se busco comprobar la correlación entre los diagnósticos
macroscópicos y microscópicos de tuberculosis bovina, se observo que una
importante cantidad (30,22%) de las alteraciones granulomatosas diagnosticadas macroscópicamente
como tuberculosis en plantas frigoríficas, resultaron negativas en la
histopatología. determinándose luego a que entidades nosológicas pertenecen
dichas alteraciones. El 46,66% de los casos correspondían a
actinobacilosis/actinomicosis, el resto (53,44%) eran lesiones no compatibles
con las enfermedades mencionadas.
En la actualidad la TBC bovina sigue
constituyendo un serio problema de salud humana y animal (Senasa, Seagyp,
1994), con grandes pérdidas económicas para nuestro país, pero es importante
destacar que no todas las lesiones que se clasifican macroscópicamente como tuberculosis lo son realmente, ya que no
es fácil poder diferenciar los granulomas de origen tuberculoso a los debido a
otras etiologías (Kantor y Col, 1984).
En otros estudios llevados a cabo en 3
mataderos de la provincia de Buenos Aires, sobre 349 muestras decomisadas
macroscópicamente como tuberculosis, se pudieron confirmar 180 muestras, es
decir 53,9%.
Todos estos hallazgos ponen de
manifiesto la importancia de la actinobacilosis/actinomicosis como enfermedad
endémica en la zona estudiada demostrándose que es la segunda causa de
enfermedad granulomatosa en el bovino, muchas veces subdiagnosticadas.
Es importante destacar que pueden
presentarse los granulomas por actinobacilosis/actinomicosis sin las lesiones
fistulizadas típicas, lo que lleva a no poder diferenciarlos de la tuberculosis
cuando se realiza un examen rápido de la alteración observada en un cadáver,
esta problemática se acentúa considerando que las lesiones encontradas se
ubican en ganglios y en pulmón.
Bibliografía:
·
Fidalgo
Álvarez, Luis E. (2003), Patología Medica Veterinaria. Universidad Santiago de
Compostela.
LUIS MARIA. Muy bien, ya podemos darlo
por terminado. Te felicto, quedó un muy buen trabajo. Fue un gusto trabajar con
vos en este proyecto
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